– Oye, ______. –Habló por lo bajo, tus oídos no lograron escucharlo–. Oye. –Subió un poco el volumen de su voz, pero no fue suficiente; decidió llamar tu atención chasqueando sus largos y delgados dedos. Lo miraste y te acercaste a él sentándote a su lado.
– ¿Q-qué ocurre? No consigo algún teléfono, perdón. –Apartaste unos mechones que cubrían la cara del alto.
– Déjalo así, deberías de irte. –Habló prácticamente en un murmuro inaudible.
– No, no me iré. –Masajeaste tu entrecejo con tu dedo índice y el pulgar para tranquilizarte, sentiste tu temperatura distinta pero no le tomaste importancia, entre tantas emociones hasta el hecho de que tenías fiebre se te había olvidado. Una idea de pronto cruzó tu mente–. Akiro, ¡Akiro debe de tener uno!
Gateaste lo más rápido posible hacia el castaño y lo registraste de arriba abajo, tus ojos rojos e hinchados se iluminaron. Sacaste el teléfono del bolsillo de su chaqueta, tenía la pantalla rota, pero seguía funcionando; marcaste apresuradamente al número de la policía, echabas un pequeño vistazo al bicolor de vez en cuando, gateaste de vuelta hacia él mientras que esperabas que contestaran. Mordías tu labio nerviosamente.
– Policía de Shibuya, habla el oficial Matsuoka. –Se escuchó al otro lado del teléfono, inconscientemente sonreíste leve.
– Ayuda, por favor. –Tu corazón se aceleró de los nervios–. Unas personas me han secuestrado junto con... –Dudaste unos segundos ansiosa–. ¿Mi pareja? No importa, estamos en el orfanato Gankami, le dispararon a mi acompañante, ha perdido mucha sangre y su respiración cada vez es más débil, por favor ayúdenos. –Dijiste rápidamente.
– Señorita, antes que nada, me gustaría saber, ¿Es esto una broma de mal gusto? Hemos pasado por muchos casos de bromas de este estilo últimamente. –La voz del hombre se oía firme y con un deje de desconfianza.
– ¿Para qué carajos quiero yo mentir? Me vale verga lo que piense, ¡Sólo quiero que venga y salve a Shuji! ¡Ya le dije la dirección y las circunstancias! ¿Por qué aún no me dice que están en camino? –Alterada no pudiste controlarte y tu llanto volvió.
– Desconozco, claramente, quién es Shuji; voy a suponer que es su acompañante herido. –Suspiró rendido–. Su tono de voz me molestó, pero está bien. Orfanato Gankami, ¿No? –Afirmaste con un leve sollozo. El oficial vio a su compañero, quien escuchó la conversación, anotar en una pequeña libreta para luego mostrársela haciendo una señal con su dedo indicando que se iría; hizo un gesto con la cabeza en aprobación–. Debería de aplicar presión en la herida y evite mover el cuerpo del herido para que su estado no empeore.
– Ya hice eso. –Miraste de reojo como la mano de Hanma, lentamente, se desplazaba por su abdomen, pusiste tu mano sobre la suya y apoyaste con presión en la camisa que cubría la herida.
– De acuerdo. –Asintió con la cabeza para sí mismo–. ¿Está inconsciente?
– No... Aún no. –Mientras hablabas con el hombre, Hanma se limitaba a mirar el suelo lleno de sangre.
– Está bien, ya mi compañero fue en busca de apoyo; van hacia allá junto con una ambulancia. –El oficial escuchó un ligero "Gracias" de parte de la voz al otro lado de la línea–. ¿Cuántos años tienen? –Preguntó buscando una manera de calmar a la chica.
– 17 años.
– ¿Tan jóvenes y ya andan metidos en este tipo de líos? –Bufó–. A dónde irá a parar el mundo. ¿Qué ocurrió con las personas que los secuestraron?
– Están inconscientes, pero la que usó el arma de fuego escapó. –Matsuoka alzó una ceja curioso.
– ¿Lo hicieron ambos? –Se refería al estado de las personas.
– Algo así. Señor, ¿Cuándo llegarán? –Con tu dedo índice dabas pequeños golpes con la yema en el teléfono impacientada.
– Están en camino, ¿Cómo sigue Shuji?
– El charco de sangre se hace más grande, su corazón está latiendo muy lento y su respiración es aún peor. –Volteaste la cabeza para ver el perfil del chico, su barbilla estaba llena de sangre que también manchaba su cuello, al igual sus mejillas por las gotas que salpicaron al pelear–. Tengo miedo...
– Todo estará bien. –Dijo con seguridad.
– ¿Pero y si se tardan mucho? ¿Qué ocurre sí...?
– No pasará, me aseguraré de eso.
– De acuerdo... Matsuoka... Quiero hablar con alguien más, voy a colgar. Confío en lo que dijo. –El mencionado dudó, pero luego aceptó.
– Yo mismo estaré allí para cerciorarme de que todo esté bien y vuelvan a casa. –El hombre al oír el típico pitido del teléfono al terminar la llamada, no esperó más y tomó sus cosas para ir en dirección al orfanato.
– ¿Hola? ¿Quién habla?
– Chifuyu... Qué bueno que contestes. –Tu tono de voz hizo preocupar al rubio.
– ¿______, qué pasa? ¿Por qué me sale como desconocido la llamada? –Al pronunciar el nombre de su hermana, el pelinegro miró a su amigo.
– Unos hermanos locos nos secuestraron a mí y a Shuji. Uno de ellos le disparó a Shuji. Lo normal, Chifuyu. –Quisiste ser bromista, pero eso te dolió aún más. Hanma se movió débilmente para acomodarse en su puesto.
– ¡¿Dónde estás?! –Se levantó velozmente de su cómoda silla asustando al chico de cabello largo y al gato.
– En el orfanato dónde vivía. Ya llamé a la policía, pero se tardan, Shuji está muy débil. –Apartaste la mirada el bicolor–. No sé qué hacer, Chifuyu por favor, ven. –Te sobresaltaste al notar un peso caer sobre tu hombro, era la cabeza de Hanma, dejaste caer el teléfono haciendo que Chifuyu hablara sólo–. ¿S-Shuji? ¿Es otra broma? Shuji, contesta. –Al ver los ojos cerrados del contrario tu corazón latió a mil por hora del susto–. ¡Shuji despierta!
– Calma...
Su voz débil y ronca te hizo volver a respirar, bajaste la mirada dejando que las lágrimas recorrieran tus mejillas. Tu brazo ya estaba dormido por mantenerlo alzado tanto tiempo, pero no te molestó.
– Guardé algo de fuerzas mientras hablabas por teléfono. –Pudo hablar corrido gracias a esa fuerza, pero en esa simple oración se le fue.
– Dios... Deja de asustarme así. –Negaste con la cabeza mientras mordías el labio para contener las lágrimas.
– Oye... El otro día...
– ¿Qué? –Alzaste la mirada en su dirección.
– ¿Recuerdos de qué? –Ladeaste la cabeza ante su pregunta, unos segundos después recordaste, Hanma pasó débilmente su pulgar por tu mejilla quitando una lágrima.
– ¿Es en serio? –Cuestionaste–. ¿Quieres hablar de eso ahora? –Dijiste con una muy pequeña sonrisa por el tacto del contrario, el bicolor asintió.
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Gankami, ridículo, lo sé; pero no se me ocurrió otro nombre xD.
Esto... Um, no sé, gracias por leer; espero les guste~
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𝔻𝕚𝕠𝕤𝕖𝕤 𝕕𝕖 𝕝𝕒 𝕄𝕦𝕖𝕣𝕥𝕖 [Hanma Shuji x T/N]
FanfictionLuego de la muerte de Kisaki, Hanma vuelve a su vida cotidiana de golpear por entretenimiento. Sin embargo, sigue sin encontrar la diversión que quiere en su vida, hasta aquel día dónde la conoció. El inicio no fue el mejor, pero aún así él tenía en...