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– ¿Qué haces aquí? –La chica miró con una pequeña mueca al contrario que se encontraba en la entrada.

– Te estaba esperando. –Se separó de la pared en la que estaba recostado–. Vámonos juntos.

– Haz lo que quieras pero primero voy a ir a ver a Chifuyu. –Empecé a caminar.

– ¿Para qué?

– Le dije que quería pasar el rato con Peke J, así que dijo que se podía quedar conmigo unos días.

– ¿Quién es Peke J? Que nombre tan ridículo.

– No es ridículo, así se llama el gato de Chifu. –Saqué mi teléfono y vi la hora–. ¿Estuviste todo este tiempo esperándome?

– Quién sabe... ¿Dónde se van a ver?

– En un parque que se encuentra a dos cuadras de aquí.

– ¿Chifuyu y tú tienen la misma edad?

– Soy mayor por dos años.

– ¿Por qué vives sola?

– Me gusta vivir sola.

– ¿Y tus padres?

– Los de verdad, no sé. Soy adoptada. –Hanma se detuvo por un momento–. Camina o te dejo atrás.

– ¿Te gustaría tener un gato?

– ¿Por qué la pregunta? De hecho, ya me hiciste muchas, ¿Pasa algo? –Lo miré curiosa.

– Solo quiero saber más cosas de ti.

– Sigamos caminando y ya. –Y así lo hice, pero Hanma seguía parado, suspiré y tomé su muñeca jalándola para caminar juntos de nuevo.

– Si me quieres tomar de la mano lo puedes hacer. –Movió su mano y tomó la mía entrelazando nuestros dedos.

– Hanma, ¿Qué estás haciendo?

– Tomando tu mano. –Respondió éste con una sonrisa.

– ¿Por qué lo estás haciendo? –Quité su mano de la mía pero Hanma volvió a quedarse parado–. Así que si no te tomo de la mano no caminarás, eres como un niño.

– Te diste cuenta rápido. –Seguía sonriendo.

– Me harás llegar tarde... Carajo. –Volví a tomar su mano y seguimos caminando. Hanma después de unos minutos entrelazó nuestros dedos de nuevo.

– Esto se siente agradable.

– Desagradable, la palabra es desagradable.

– Sé que estás mintiendo, recuerda que dijiste que no era mala persona~

– Aun así. –Llegamos al lugar y busqué con la mirada a Chifuyu, él se encontraba sentado en uno de los columpios del parque jugando con el gato entre sus piernas, jalé a Hanma y caminé hacia él–. Chifu.

El mencionado volteó y me miró con una sonrisa, aunque se esfumó al ver a mi acompañante y frunció el ceño al ver que nos tomábamos de la mano–. ¿Qué haces con Hanma?

– Una larga historia, acaso ustedes... ¿No se llevan bien? –Los miré.

– No somos tan cercanos... –Hanma se rascó la nuca.

– ¿Por qué la tomas de la mano? ¿Te hizo algo, ___?

– Calma Chifuyu, Hanma solo es un niño malcriado que no puede caminar si no lo tomas de la mano, además, si me hace algo él la pasará peor y lo sabes. –Reí leve y mi hermano se calmó un poco.

– Lo sé, pero eso no hará que me sienta seguro si estás con él. No pases mucho tiempo a su lado.

– ¿Saben que los puedo escuchar? –Hanma alzó ambas manos que aún seguían unidas y las movió repetidas veces para llamar la atención.

– Tú cállate y no muevas nuestras manos así. –Con mi mano libre detuve a las otras dos–. Gracias por dejarme cuidar de Peke J estos días Chifu.

– No te preocupes. –El rubio se agachó y cargó al gato para dárselo a su hermana, pero tuvo que esperar un momento ya que ésta estaba hablando con el alto, no los quiso interrumpir pero luego de que pasaron unos cinco minutos y se olvidaron de su existencia, decidió hablar–. ¿Qué carajos hacen?

Ambos lo miraron–. Estábamos hablando de qué comeríamos hoy. –Respondió Hanma.

– ¿Van a comer juntos? –Chifuyu le entregó el felino.

– Sí, vivimos en el mismo edificio así que vamos a comer en mi departamento. –Dijo mientras intentaba agarrar como podía al gato ya que aún ella y Hanma seguían tomados de las manos. Al no encontrar una manera de cargarlo, Hanma tomó al gato y recostó el cuerpo de éste encima de su mano derecha, que era la que también tomaba la mano de la chica y acercó ambas manos junto con el gato a su pecho para que estuviera más cómodo, sosteniéndolo como si se tratase de un bebé.

– Era más sencillo que se soltaran las manos. –Habló Chifuyu mirándolos con un poco de desagrado.

– Lo siento Chifuyu, pero no pienso soltarle la mano a tu hermana. –El mencionado quería golpear al alto pero la chica lo detuvo.

– Tranquilo Chifu, así es él, igual ya le pegué mucho estos días. –Acaricié el pelaje de Peke J–. Ya nos vamos, gracias Chifuyu, cualquier cosa te aviso.

– De acuerdo, ten cuidado. –Se volteó para empezar a caminar pero antes de eso abrió su boca para decir unas palabras–. Como le hagas algo a ____, vas a morir Hanma.

– Primero lo mato yo, Chifuyu. –Ambos reímos por esto–. Voy a cuidar muy bien de Peke J.

– Claro, lo dejo en tus manos. –Finalmente el chico se fue dejándolos a solas en el parque.

– Entonces... ¿Ramen o Katsudon? –Preguntó Hanma mientras empezaba a caminar hacia el edificio donde vivían.

– Katsudon.

– De acuerdo, pagas tú.

– No, pagas tú, yo ya pagué la pizza ahora te toca.

– Si seguimos así me dejarás pobre.

– Es la idea. –El contrario rio y siguieron caminando hasta llegar a un puesto de comida para pedir el Katsudon, la chica los pidió para llevar mientras que Hanma pagaba y por el lado de Peke J, se encontraba dormido. Al tener lista su orden, siguieron caminando hasta llegar al edificio, en ningún momento se soltaron de las manos.

𝔻𝕚𝕠𝕤𝕖𝕤 𝕕𝕖 𝕝𝕒 𝕄𝕦𝕖𝕣𝕥𝕖 [Hanma Shuji x T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora