Aquella chica que es muy afamada por ser "La Diosa del viento" la primera mujer en una pandilla.
Aquella que es reconocida por su increíble sincronización con su hermano, Ryuzaki.
¿Podrán el leopardo blanco y Shinichiro, sanar esa herida que algun...
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Pasado Sábado 23 de diciembre del 1995
Una peli-plata se llendo a Roppongi, caminar de Shibuya a Roppongi no sería muy largo. Solamente serían 3.5 kilómetros, 45 minutos de camino. Sería perfecto para pensar que carajos decir, si bien ella se había ofrecido no sabía que diablos iba a decir y claro no sería un "Hola, te quieres unir a mi pandilla" o "Mi hermano me mandó a qué te reclutará a nuestra pandilla".
No sé dió cuánta cuendo llegó a Roppongi, -¿Tan rápido pasaron 45 minutos?- fue el pensamiento de la oji-dorada.
-Identificate- se escuchó la voz de un niño.
-eh?- la peli-plata al voltear pudo observar a un niño, era el cual la había llamdo- Eh!? Que hace un niño solo?
-Eh? No nos conoces acaso?- pregunto otro pequeño, este aparentaba ser uno o dos años más pequeño.
-No, vengo de Shibuya- dijiste de manera firmé.
-Quieren invadir nuestro territorio o que- pregunto el mayor de manera brusca.
-No, vengo en busca de una alianza con una pandilla de aqui- dijo la peli-plata -Soy Momonori T/n- dijiste con la cabeza alta y tu postura firme.
-Ran escuchaste eso - dijo el más pequeño con brillos en los ojos- Es la diosa del viento.
-Eh? Me conocen?- dijiste algo extrañada, no pensabas que te conocieran hasta en Roppongi.
-Si, eres muy famosa por ser la primera mujer que pelea en una pandilla- dijo Ran. - Te dije que algo bueno iba a pasar hoy Rinrin.
-Bienvenida a Roppongi, somos los hermanos Haitani, dueños de este territorio- dijo el rubio más pequeño
-Mucho gusto Rindou y Ran- dijiste con una pequeña sonrisa - pero no son muy pequeños para estar metidos en este tipo de cosas?
-Pues no somos tan pequeños para quebrar huesos- dijeron ambos con una sonrisita cínica.
-Ya vieron sus nudillos?- dijiste bastante preocupada al ver los nudillos hechos un desastre de ambos hermanos.
-aahh eso siempre está así - dijeron restándole importancia
No esperaste más y los jalaste hasta una banca -Ya vengo, quédense aqui- dijiste de manera sería.
-Hai~ T/n-San~ - dijeron ambos niños de manera traviesa.
Te estabas dando cuenta que ambos chicos eran bastante problematicos y traviesos. Te dirijiste a una farmacia cercana.
Unos minutos después regresaste con un poco de agua oxigenada, algodón, pomada para que no se infectaran las heridas y vendas para sellar esos golpes.
