Aquella chica que es muy afamada por ser "La Diosa del viento" la primera mujer en una pandilla.
Aquella que es reconocida por su increíble sincronización con su hermano, Ryuzaki.
¿Podrán el leopardo blanco y Shinichiro, sanar esa herida que algun...
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Acababas de llegar a casa y estabas en la sala jugando con tus pequeños.
-Noooo Rindou- dijo Mikey haciéndo un pequeño berrinche.
-Mi amor, tienes que aprender a perder- dijiste acariciando su cabeza.
Hizo un puchero pero siguió jugando.
Así siguieron una media hora más, hasta que empezaron a tocar la puerta
-Ya voy-abriste la puerta encontrando a Wakasa medio golpeado.-Que te paso!?-
-Me agarraron entre tres, ellos quedaron peor que yo- dijo sonriendo.
-Entra a la casa- ambos ingresaron y lo jalaste a tu habitación para curarlo.
Tardaste unos minutos hasta que el hacía puchero porque según el "dolía mucho"
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-No, duele mucho- dijo este quedanjose
-Ya casi termino- sus rostros estaban demasiado cerca, sus respiraciones se mezclaban de la cercanía que había.
De un momento a otro Imaushi estampó sus labios contra los tuyos, así formando un cálido beso. Sus labios se movían lentamente contra los tuyos y tu apenas si podías corresponder, nunca habías besado a nadie por voluntad propia.
Un minuto después ambos se separaron por falta de aire.
-Tu también me gustas T/n- dijo Imaushi dando un pequeño beso en tu nariz.
Te sonrojaste y lo único que alcanzaste a hacer fue abrazarlo y esconder tu cabeza en el hueco de su cuello. Estabas sentada en las piernas de Imaushi.
-Te comió la lengua el gato?- pregunto juguetón el oji-violeta.
-C-callate- tartamudeo T/n.
-Me encanta verte asi-
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