Aquella chica que es muy afamada por ser "La Diosa del viento" la primera mujer en una pandilla.
Aquella que es reconocida por su increíble sincronización con su hermano, Ryuzaki.
¿Podrán el leopardo blanco y Shinichiro, sanar esa herida que algun...
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T/n, Shinichiro, Manjiro y Emma se encontraban de paseo por varios parques de Shibuya, jugando,comiendo y bromeando. A los ojos de cualquiera, una pareja de padres adolescentes. Pero si fueran eso, serían la familia perfecta.
Ibas tomada de la mano de Shinichiro, en ese entonces Manjiro tenía 6 años y Emma 5.
-Cariño no te alejes tanto- dijiste al rubio.
-Si mamá!- grito corriendo aún más lejos.
-Hay este niño- murmuraste haciendo reír a Shinichiro.
-Es demasiado hiperactivo- contesto- y tu princesa, no quieres ir a jugar?- pregunto el mayor a su pequeña hermana.
-Si-murmuró bajando de los hombros de Shinichiro.
-Vamos a ir a traer a Izana verdad?- preguntaste al más alto.
-Si, según entendí Kakucho no puede venir porque está enfermó- contesto el mayor a tu pregunta.
-Si, aunque dejare un poco…- no lo dejaste terminar.
-Le voy a pagar el médico personal- contestaste ignorando lo que decía Shinichiro.
-Amor, no tienes que- volviste a interrumpir.
-No! Yo se lo voy a pagar y no acepto un no por respuesta- savia que eras terca, no opuso resistencia.
-Vamos entonces-
Una vez llegaron al orfanato lo primero que hiciste fue llamar a tu médico personal e indicarle la dirección para que llegara lo antes posible.
-Si, buenas tardes- hablo del otro lado de la línea el doctor.
-Buenas tardes doc, está libre-
-Si, para que le son necesarios mis servicios- pregunto el mayor.
-uno de mis niños se encuentra en condiciones no muy favorables- comentaste.
-Porfavor una dirección y llegaré ya mismo-
-Estoy en ××××××××××××- indiscate.
-Muy bien, ahora mismo iré allá.-
Y sin más finalizó la llamada.
-Ya viene para acá- indicaste y Shinichiro asintió.
Cuando el doctor llegó reviso el estado de Kakucho y efectivamente había pescado un fuerte resfriado por la falta de sábanas en ese orfanato.
Dejaste un poco de dinero para las medicinas y servicios que faltaban en ese orfanato.(dejo un aproximado de 10,000.⁰⁰ dólares)
Ahora estabas con Izana, Emma, Manjiro y Shinichiro paseando por ahí, a Izana le brillaron los ojos al ver unos chocolates en una vidriera de una mini-market.
-Quieres?- preguntaste apuntando el chocolate con la mirada.
-No me gusta comer sin Kakucho, siento que lo estoy dejando solo- dijo Izana algo triste.
-Vamos, compremos 2, así le llevas a Kakucho- convenciste al menor y este asintió con brillos en sus ojos.
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-Una pareja adolecente- murmuró una señora.
-Esos chiquillos han de ser sus hijos- murmuró otra vieja.
-Que irresponsables tres hijos y posiblemente ninguno de los dos tenga trabajo- y así eran todos los murmullos. Tu y Shinichiro ya estaban muy acostumbrados a que todos los vieran de mala manera.
Y tenían razón al decir aquello, los tres niños eran muy parecidos a Shinichiro y a ti, hasta tus padres dirían que eran tus hijos de sangre.
-Ya vámonos, amor- le dijiste a Shinichiro abrazándolo.
-Si, solo pagaré lo que llevábamos y regresamos a casa- contesto el mayor.
Asi tal y como lo dijo lo hicieron, al estar afuera ambos rieron cómplices y siguieron hasta el orfanato.
Solo tu entraste junto a Izana.
-Kakucho regrese!- dijo emocionado el moreno.
-Que bien!- dijo emocionado el más pequeño.
-Te traje algo!- dijo Izana entregándole el chocolate al menor.
Kakucho lo recibió con brillos en los ojos. Los ojos heterocromaticos del niño viajaron hacia los tuyos y te dedico una sonrisa.
-Me retiro- sonreiste.- nos vemos la otra semana, los amo.
Dijiste y saliste. Habías llenado un vacío en Izana y Kakucho que nadie más podría.
-Ya vamos- dijo Shinichiro el cuál tenía a Manjiro recostado en su espalda y a Emma sosteniendo su mano.
-Vamos- diste una sonrisa y seguidamente tomaste a Emma acunandola en tus brazos.
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(Imagina que estás cargando a Emma)
---------------------Nota----------------------
Hola, gracias por leer este pequeño fragmento.
Inicialmente no pensaba hacerlo y sinceramente no me ha quedado muy bien a mí parecer.
Principalmente agradezco a las siguientes lectoras que han estado leyendo el libro desde que empezó. Se los agradezco muchísimo, ustedes me motivan a seguir escribiendo.
