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Maratón 1/3

Sentir su calor tierno e inocente fue lo más placentero.

- Verónica!!- grito mamá mientras abría la puerta de un tirón.

Los tres abrazados allí fue lo mejor.  Mi hermana había llegado sana y salva a la casa, mis padres respiraban tranquilos y lloraban de felicidad. Esa era mi familia cual familia me habia premiado la vida, si mi verdadero tío fue como un segundo papá y mi padre verdadero aún así mi amor se lo lleva todo Rafael y Amalia cuales me cuidaron desde un momento sin mirar atrás.

Cómo era posible que la vida cambiará tan drásticamente? Pues si cambia en cuestión de nada, la mía había cambiado aún así lo que mis ojos estaban mirando en estos momento valía todo.

Por ellos daría mi vida.

Por ellos vendería lo que no tengo con tal de que estén bien.

Recosté mi cabeza en el anexo de la puerta mientras sonreía. Papá extendió su mano y la tome, sus cálido brazo me dio la bienvenida mientras Amalia besaba mi mejilla y una Verónica muy alegre jugaba con mis cabellos.

El mejor abrazo del mudo y con las personas mas importantes del mundo.

Aquel momento no lo olvidaría en millones de años.

Un amor que no se olvida.

Un amor que vale mucho.

Por ellos sería aún más fuerte. De poco a poco mis enemigos caerían y de ello me encargaría.

No me importaba nada si el mundo arde en llamas al mirar que mis tres personas favoritas están a salvo.

Soy una reina y las reinas tienen el poder, un poder mortífero que de a poco a poco va incrementando.

El amor?

No existe esa palabra en mi, el amor aún hombre se acabó ya que los hombres lo mataron.

Un primer amor me ilusionó para luego mostrarme lo infeliz que fue dar confianza.

Un segundo amor me lleno de mentiras para su propio beneficio. De poco a poco lo iba borrando de mi mente a pesar que me sentí demasiado querida con él, todo se fue a la mierda luego de tanta mentira.

Un tercero amor?

Nah... Que va.

Ahora no habría tal sentimiento en mi.

Tan solo viviría el momento, protegiendo siempre mi corazón. No me quedaré a vestir santos solo dejaría que el momento y el tiempo hablen por si solos.

Después se verá.

*******

<<- Dominic!- me senté en la cama de golpe.

Mire a todos lados y la tenue luz de la lámpara alumbraba aquel cuarto. Dominic hacia acostado de espaldas a mi.

La calentura en mi cuerpo había disminuido un poco, la inquietud no se iba de mi cuerpo. Observe las magníficas alas tatuadas en toda su espalda, un trabajo magnífico.

Mi impulso fue llevar mi mano por todo el borde del ala izquierda, sus músculos estaban flexionados y su respiración estaba serena. Sentí una sensación de familiaridad una que jamás había sentido por aquel hombre. Dominic Salvatore era enigmático y a la vez desconcertante, porque desde un momento que chocamos en París sentí miedo del.

Solo fue recelo a lo desconocido.

Suspiré mirando mi mano cual se detuvo aún lado, su piel era blanca, su cabellera rubia tiraba de vez en cuando a lo blanco y sus ojos color cielo parecían el mismo paraíso.

Alaia: Reina Italiana ✴️[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora