Dedicada a nervelin
-Mijita estás loca?.- la voz de Litza chillo en toda la universidad.
- Grita más duro.- indique caminando hacia el laboratorio.
Había decidió ir a la fiesta con tal de hacerle una grande al imbécil de Marcos.
Marcos Sandoval cursaba el tercer año de ingeniería en construcción civil, muy prepotente, de gran cuerpo pero, imbécil como ninguno.
- Que? De malo tiene?
- Mierda eres loca de pana.- indico Litza sentándose aún lado.- Eso que vas hacer acabaría con su reputación.
Que mierda me importaba su reputación? Vamos si el muy desgraciado me había hecho quedar en ridículo.
- Nos ha puesto de lesbianas Litza.
Está se encogió de hombros.- No me importa la verdad.
- A mi tampoco pero, recibirá una cuchara de su propia medicina.
Abrí la libreta.
- Déjalo quieto que le daré en su momento una buena relajación de pelvis.- hablo Litza haciendo sus cosas. Sonreí de lado al leer los apuntes.- Ese será mi castigo.
- Que cogertelo hasta más no poder? Nada de eso.- negué con enojó.- Hare que se sienta un poco fuera de lugar.
Seguimos en la clase.
Los días pasaron y obtuve lo que quería, hice que pasara la pena del siglo Marcos no halla que hacer. Grite a todo pulmón que su rechazo había sido por qué tenía un romance con Julián su mas intimo amigo.
- Eres una perra sabes.?- Litza sonrió al verme salir de la fiesta.
- Las Malvinas fueron testigo de todo.- indique colocando mi mano en su hombro.
- Has cambiado Alaia.- indico Litza mirándome con picardía.
- Se acabó lo de ser pendeja.- indique caminando con firmeza.
- Marisca te pasas.- Lista corrió y se paró de frente.- Que perra que perra, que perra mi amiga!!!.- sanjo sarandeando las nalgas.
Momentos de mi juventud que no olvidaré.
*****
- Cien, ciento uno, ciento dos, ciento tres y un coño e madre nada...- exclamé furiosa tirando por cuarta vez aquella mesita con adornos cuales quedaron estallado en la cerámica crema, dicha habitación me había acompañado más de una semana.
Nos encontrábamos a principios de junio el tiempo había volado como nada, no específicaba dia no sabía aún así Demian se había encargado de avisarme que en tan solo días volariamos lejos de San Petersburgo ya que nos encontrábamos en Rusia.
No podía olvidar tremenda conversación que habíamos tenido luego de que me ayudara en aquel atentado, si estaba agradecida en es momento ahora me sentía furiosa conmigo misma.<<Tome el pañuelo que me estaba ofreciendo, limpie el raspón que tenía en la cabeza para luego limpiar el de mi brazo izquierdo. Mire ambos lados de la carretera mientras Demian me miraba de reojo.
Su mirada inquietante picaba en cada poro de mi piel, me sentí un poco desnuda y me daba cierto nervios, quizás en otras circunstancias en un tiempo pasado su mera presencia hubiera iluminado todo a mi alrededor. En el tiempo cual ansiaba que las mentiras fueran mentiras, que la desición de abandono hubiera sido otra y que mi amor por el estuviera igual.
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Alaia: Reina Italiana ✴️[Terminada]
RandomLibro#2 duologia (Alaia:El Demonio Ruso) La vida no podía ser mas perra? Todo comenzó parte en París y allí había terminado todo. Después de haber aterrizado en su país pensando que tendría paz, nada de eso se le.fue otorgado. Alaia Gómez por fin te...