Amazonas, Venezuela.
Respire hondo mientras baja del avión, había llegado.
El calor era intenso como siempre había sido. El aire amazónico choco en mi rostro llevándome a la época en la que era tan feliz, donde los miles no tiene precio. Recordando a cada cuánto mi familia compuesta por tres en aquel entonces, no había para dónde coger tan solo éramos mi tío papá, mi papá tío y mi madre.
Nunca fui caprichosa, nunca exigí, nunca renegue y nunca deje de amarlos.
Por los que quedan es que estoy luchando, una lucha que se me ha hecho dura. Aún no he peleado como es debido aún así me han jodido, he aprendido que subestimar es de tontos y que engradencer es de reinas, por eso no suvestimo a nadie aprendo de ellos y me engrandece el saber que tengo temple por ambos apellidos.
Las reinas no se doblegan, las reinas doblegan.
Con el nombre de Louisa Tom Yee salgo del aeropuerto de dicha capital.
El tráfico no para, las personas tampoco muchas vendiendo como buhoneros y los otros en sus locales. Niños sucios pidiendi para él pan e allí donde pienso en mi hermana, las barreras de guerrera ceden.
- regáleme un billete señorita.- exclama un niño de unos ocho años.
No anda solo de su mano cuelga una niña más pequeña del.
- Donde está su mamá?.- pregunto viendo a todos lados.
El arma no tuvo problemas al pasar a fronteras, El ruso se había encargado de que en cada trasbordo me dejarán pasar sin ser ser detectada, desconociendo mi rumbo cual sería otro.
- Está enferma no puede hacer mucho mi abuelo es aquel.- señala a un señor de unos sesenta años, cual limpia parabrisa y nadie le paga. Oigo como algunos se ríen, otros lo insultan y otros hacen que no existe.
Suspiro queriendo patearles el trasero a todos.
- No está muy viejito para trabajar?- pregunto acunclillandome.
- Si, pero dice que trabajar honradamente es de hombre y como él pocos hay.- dice el niño con tanta admiración.- Nació en el campo se crió trabajando y lo sigue haciendo para ayudarnos, es nuestro papá ya que caresemos de uno.
La niña le jala al hermano hablándole por lo bajito.
- No importa cuanto lo maltraten porque sabes que.- indico mirando a su abuelo, en mi memoria me avasallan los recuerdos del último día y para nada aquello era honradamente. Sacudí mi cabeza y lo sigo mirabdo.-las personas como él tiene un lugar allá arriba.- indico mirando el cielo.- Y la dicha que dio todo junto por el bienestar de ustedes.
- Gracias señorita.- indica el niño sucio.- Mi hermana quiere decirle algo.- le suelta la mano y llega a mi.
- Dime linda.
Me mira con ternura.- Parece una reina señora.
- Lo soy.- le guiño el ojo.- Y tú eres una princesa.- sus ojos se iluminan.
- Como los de Disney?
Me acerco susurrándole al oído.- Mucho mejor que ellas.
- Ignacio vez que soy una reina.- exclama llegando a este.
- Simpre te lo he dicho Alana.- niega su hermano con molestia.
Me alzó mirando ambos hermanos, observó que se acerca un taxi y antes que se me adelanten. Tomo más de tres billetes de cincuenta dólares.
Amaranta y los De Angelo habían hecho mierdas con el dinero, ahora yo lo volvería mierdas en cosas necesarias este lo amaritaba y estar en la mira de todos por la fórmula hacían de mis días el último.
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Alaia: Reina Italiana ✴️[Terminada]
De TodoLibro#2 duologia (Alaia:El Demonio Ruso) La vida no podía ser mas perra? Todo comenzó parte en París y allí había terminado todo. Después de haber aterrizado en su país pensando que tendría paz, nada de eso se le.fue otorgado. Alaia Gómez por fin te...