•43•

96 10 3
                                    


Gabo y Enzo estilistas y maquilladores profesionales se encontraban trabajando en mi persona. Habían tocado la puerta de mi cuarto a eso de las seis de la tarde, eran las ocho y aún estaban trabajando, me dolía el culo tanto andar sentada.

Hice una mueca. La mayor parte del tiempo hablan italiano, intercambiando opinión y no tenía ánimos de hablar, hoy se decidiría todo.

La organización había elegido el lugar donde se llevaría a cabo la demostración de las fórmulas, donde exigiría el monto y mis jodidas reglas para aquel que las quisiera.

Tome el teléfono que están en la mesa que tenía al frente.

Salvatore: Enciende la tablet.

- Salgan un momento.- indique levantándome.

Ninguno opuso resistencia, se marcharon con algunas pinzas en manos. Fui en busca del artefacto lo tome de la mesa de noche, me senté en la orilla de la cama con algunos rollos en las puntas de mis cabellos, las uñas de los pies al igual que de las manos estaban listas.

Automáticamente la pantalla demostró una vídeo llamada.

Mi corazón martillo.

Lleve una mano a mi boca al sentir una alegría inhumana.

- Nani!!.- exclamó Verónica con emoción sacudiendo ambas manos.

Oh mi Dios eran ellos!!

- Hermana cómo estás?.- me importo mierda dañar el maquillaje.

- Bien hija y tú cómo has estado?.- hablo papá tomando la mano de mamá.- He batallado con estos vigilantes y nada que me decían nada.- hablo con rabia.

- No pasa nada papá.- sorbo mi nariz aferrando la tablet.- Están bien por lo que se ve y me alegra bastante, estás gordito papi.- sonríe con entusiasmo, Nicolás se carcajeo.- Madre ese atuendo te queda espléndido.- señale su vestido mangas largas con muchos colores en el.

- Hija cada día más brillante.- hablo Amalia limpiando su cara.- Han sido meses de agonía Alaia.

Negué con una sonrisa.- Con tal de que estén bien, vale los miles de sacrificios que la vida me ponga por delante.

- Queremos estar contigo.- hablo papá.

Negué, me levanté y caminé hacia el ventanal.- Aún no pero, pronto papá.

- Es una condena estar lejos de ti.- sollozo mamá.

- No por favor no lloren.- indique con desespero.- Les prometo que al hallar una solución estaré a su lado.

Mamá recostó la cabeza en el hombro de Nicolás, tres pares de ojos me miraban con mucho entusiasmo y a la vez cargados de agonía.

- Nani estamos en las tierras de la princesa Jasmin hay mucha arena.- hablo Vero con emoción genuina.- Papá no me quiere llevar a la cueva de las maravillas.- miró a papá con recelo.

- No comas ansias pequeña el te llevará.- le tire un besito.

Papá observó detrás de la cámara, su rostro se contrajo.- Debemos irnos ya, hoy partiremos de nuevo.

Alaia: Reina Italiana ✴️[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora