Alaia: Reina Italiana ✴️[Terminada]

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Dominic

- Por lo menos hemos abierto más sucursal en este país.- exclamó Thadeo.

Mi vista estaba enfocada en nada ya que mis ojos estaban cerrados, con mis manos en el pecho mientras escuchaba la música suave que salía del repertorio.

Tan solo siempre he ansiado tranquilidad, absoluta tranquilidad y sin embargo al salir de casa aquella noche, no obtuve nada de ello.

Entre las sombras termine la crianza y entre la oscuridad goce de plenitud.

-Jefe!- llamo Juan entrando.

Aún seguía en mi misma posición.- Hemos encontrado algo sobre lo que pasó en las minas esa noche en que murió Fernando Matos.

Aún seguí con mis ojos cerrados, con suma antipatía me levanté de poco a poco torcida mi cuello de ambos lados, me incline mirando fijamente a Juan quién dio un paso entregando me un sobre.

Me había metido en toda esta encrucijada primero por seguir teniendo la sociedad con los rusos, luego tan solo se conviertio en una prioridad, una que no tenía nombre fijo.

Si bien en París la había puesto en una línea fina, cual indiscutiblemente paso cosa que me dio mucha más curiosidad. Y en aquel entonces no tenía nada claro.

Aún recuerdo esos ojos dorados almendrados la primera vez que la vi.

<<Subí al bus que iría a la Costa, el calor era inmune y aquel sería el último trabajo como ejecutor. Llegue a los últimos puestos y me senté dejando el de la ventanilla libre.

Tan solo faltaba unos diez minutos y saldríamos, irrumpir a los guardias era tan fácil unos cuantos dólares ni te miraban al pasar con el bolso. Después de esto saldría a Italia donde me encargaría de los negocios buenos.

- Disculpe está ocupado?

Aquella voz alegre y tímida capto mi atención, subí la vista y quedé maravillado un poco paralizado al mirar tan parentesco con aquella mujer del pasado.

Tan solo negué y me levanté evitando las miradas, la pequeña joven llevaba un vestido blanco con grandes flores rojas, su cabellera color cobre larga.

De vez en cuando se volteaba y recibía cosas del puesto de atrás, al parecer iba con sus padres. Su mirada siempre tuvo enfocada en la ventanilla tarareando una canción en español. Jamás deje de observarla lo que duró el viaje y cuando su cuerpo cayó lapso por el sueño, mi hombro sostuvo su cabeza y cuando sus manos cayeron, mi cuerpo las tomo de vuelta.

Allyson había quedado en el pasado, aunque me dolía su muerte y lo que había hecho me derrumbó mas, bloqueé todo sentido y tan solo me dispuse a trabajar.

Ahora de nuevo un fantasma nuevo llegaba a mi y me atormentaban ambos, la última parada se dio.

Su madre la zarandeo del hombro.- Alaia vamos!.

Alaia!

Aquella joven se levantó limpiando su boca al verse dormida, sus ojos dorados se fundaron con los míos azules fugazmente desapareció.

La joven se marchó y no volví a verla.>>

Aquel día tan solo fueron azares de la vida.

Revise el sobre y lo que encontré no me sorprendió, solo me llevo a sentir más curiosidad.

Alaia era una caja de sorpresas, dispersas de las cuales ella aún no estaba al tanto y a pesar de todo lo vivido anteriormente con Ivanovic, iba sobrellevando las mentiras infundadas con él.