71: Ser padres

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Fred intentaba que el pequeño James John dejase de llorar, pues en el único rato libre que tenía Ylenia se estaba dando una ducha y ahora estaba solo con los dos bebés, Georgia se encontraba dormida, pero si su hermano seguía llorando de esa maner...

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Fred intentaba que el pequeño James John dejase de llorar, pues en el único rato libre que tenía Ylenia se estaba dando una ducha y ahora estaba solo con los dos bebés, Georgia se encontraba dormida, pero si su hermano seguía llorando de esa manera la despertaría.

La puerta de la habitación se abre, un hombre alto y castaño entra, tomando al bebé en sus brazos para mecerlo y susurrarle algo.

-Gracias- el pelirrojo agradece cuando su hijo deja de llorar -, suegro... es difícil.

Remus suelta una risa.

La pareja se estaba quedando los primeros meses en la casa Lupin para tener algo de ayuda y experiencia con los bebés y no estar solos a sus cuidados.

-Lo sé- habla el hombre lobo -, cuando Edward nació no dejaba de llorar ni un minuto... Merlín, y sólo lo calmaba su madre.

-Pues eso pasa- Fred suspira, sentándose en el filo de la cama -, Ylenia es la que sabe calmar a James- se encoge de hombros, esta vez mirando la cuna donde se encontraba su hija -. En cambio Georgia es de lo más tranquila... no da ni un ruido... casi no se despierta por la noche para tomar teta, pero James.. oh... James cada cinco minutos está pidiendo teta... con lo mala que está.

-¿La has probado?

-¿Eh?

-¿Has probado la leche de mi hija?

-Eh.. de el biberón- miente, con nerviosismo. Sí, la había probado de la misma teta, pero no le iba a decir eso a su suegro. Y no entendía como eso le podía gustar a sus hijos.. a ver, las tetas de su chica eran una auténtica delicia.. pero lo que había dentro no.

-Oh- acepta Remus, dejando al bebé dormido sobre su cuna -. Tranquilo, es cuestión de pillarle el truco.

Cuando el Lupin sonríe mirando a sus nietos, su hija entra por la puerta.

-Hola- la chica sonríe, su albornoz tapando su cuerpo y una toalla en su cabeza.

-Hola- Fred deja que Ylenia bese sus labios -, ¿te ha sentado bien el baño?

-Sí- asiente -, la bañera de mi hermano es cómoda- dice, pues Ed le había dejado su baño para que pudiese darse un baño caliente en vez de una ducha rápida -... hacía tres días que no me bañaba, lo necesitaba... es que no tengo tiempo, ¿cómo están?- habla rápidamente, acercándose para observar a sus hijos.

-Con suerte descansarán un par de horas- dice Remus -, ¿por qué no descansáis vosotros también? Aprovechad ahora que podéis... hay que aprovechar cada segundos que ellos duermen.

-Lo haremos- asiente su hija -, ¿no, Freddie?- el pelirrojo asiente.

-Bien, los dejo- el abuelo de los mellizos de aleja -. Descansad, con lo que sea estoy abajo.

-Gracias, papá.

Cuando Remus cierra la puerta, Ylenia suspira y se acerca a su armario.

Se deshace de su albornoz cuando decide el pijama que se va a poner, quedando al desnudo completo a espaldas de Fred, que se remueve en su sitio y no quita ojo de sus movimientos.

Perfidia || FW || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora