CONTINUACIÓN DE "A escondidas"
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Después del desengaño de Fred, Ylenia decae. Tendrá que llevar su vida adelante, pero ¿estará él de por medio para impedir que lo olvide?
FRED WEASLEY X OC FEMALE.
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Todas mis historias contienen smut, sexo explicit...
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-¿Cuando llegaste?- Ylenia estaba encima del chico, abrazándolo como si su vida tratara de ello -, ¿cómo estás?, ¿estás bien?- preguntó, ahuecando el rostro del Scamander entre sus manos -Merlín, que guapo estás, Newton- sonrió como una pequeña niña.
-Llegué anoche- Newt sonrió, él también se alegraba demasiado de poder ver y hablar con su mejor amiga -, creí que estarías despierta, estaba muy cansando así que me dormí.
-Que tonto, podrías haber dormido conmigo...
-No quería despertarte- Newt acarició el cabello de Ylenia -. Estás preciosa, Ylenia.
-Te he extrañado demasiado, Newt- volvió a abrazarlo, estaba sentada en su regazo mientras Newt le devolvía el abrazo -. No vuelvas a desaparecer así, por Helga Hufflepuff.
-Lo siento...
Ella sólo sonrió. Le estaba creciendo una leve barba en la barbilla, se veía demasiado guapo, que ya era difícil.
-Como te quiero, Newton.
-Yo si que te quiero...- respondió con timidez, un adjetivo que lo caracterizaba.
-Me tienes que contar porque te fuiste así- se acomodó en el regazo del Scamander -, ni una carta, ni una respuesta, nada.
-Te lo explicaré todo. Ahora, estoy muerto de hambre.
-Vamos a desayunar, anda.
Al salir de la habitación, había una caja con forma de mariposa en la puerta. Ylenia frunció el ceño y se agachó para agarrar la caja, ya vestida. Abrió la caja, encontrando una petunia color lila, y un pequeño libro con la estampa de New York en él. Abrió el libro y leyó una nota que había dentro.
"Te regalo este libro porque, se que amas New York, la lluvia y la lectura, disfrútalo. Que tengas una linda mañana. Ese nuevo corte de cabello se te ve precioso. Te amo.
-FGW"
Resopló, cerrando el libro con fuerza. ¿Cómo tenía la cara de hacerle un regalo?
"Este tío es imbécil", pensó.
-¿Qué es?- Newt preguntó.
-Adivina- respondió, con sarcasmo -. Un regalo del estúpido de Fred, encima, el regalo es horrendo- mintió, mirando el libro, y le había encantado la portada -. Tú adelantate, ve a la cocina, enseguida voy.
Y se fue, con el libro en mano y caminando hacia la habitación donde se instalaban los gemelos y Ron. Tocó la puerta un par de veces hasta que un alto pelirrojo le abrió. Pero no era el gemelo que esperaba, se trataba de George.
-¿Ylenia? Hola, ¿cómo estás?
No quería tratarlo mal, George no tenía ninguna culpa, pero... se parecía tanto a él.
