43: El ascenso

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-Molly se lo tomó demasiado bien- George dice, entrando al apartamento de la castaña, que andaba algo distraída.

-Yo sabía que mamá se iba a poner contenta- Fred cierra la puerta una vez los cuatro están dentro -, ella la adora, Georgie- sigue hablando con su hermano mientras las dos chicas van hacia la cocina -. Me atrevería a decir que incluso más que a mi, su propio hijo- ambos ríen y se acercan a la cocina.

-¿Qué hacéis?- pregunta el gemelo menor.

Ylenia y Ginny quitan su atención de la cafetera y miran a ambos Weasley.
-Café- dice la pelirroja -. Lo que me parece raro es que Ylenia tenga café aquí- todos miran a la nombrada.

-Lo tengo por tu hermano- dice sin mirar a ninguno, sacando el azúcar del cajón que había arriba suya -. ¿Quién va a querer café?- pregunta, y todos responden con un "yo".

La castaña prepara el café molido en la cafetera y la pone en la vitro cerámica para dejar que se haga. Pero no quita la mirada de ahí, no le presta atención a ninguno de los pelirrojos que parecen hablar animadamente.

Se siente angustiada. Hoy ni siquiera había hablado con sus padres, y, cierto era que no había pasado ni más de medio día, aún eran las seis de la tarde, pero con la bronca de anoche sentía que si quiera Remus la llamaría como todos los días lo hacía.

Nota una mano recorrer su cintura, eso la hace sonreír un poco, pero no le quita la angustia del cuerpo.

-Tú no vayas a tomar café, ¿eh?- oye la voz del pelirrojo tras su oreja, apartando el cabello para poder susurrarle mejor -. Aparte de que no puedes, ya sabemos cómo te sienta...- susurra aún más bajo y deja un beso justo debajo de su oreja. La chica suelta una pequeña risa por el cosquilleo, y Fred sonríe al oírla -. Estás preciosa hoy, ángel.

-Hm- ella sisea flojo, cerrando los ojos unos segundos, disfrutando del choque de su aliento contra su cuello, cálido y confortante.

-Y tranquila- dice, soltando su cintura -, estoy seguro de que Remus te llamará hoy.

La conocía tan bien.

Tan sólo con verla unos segundos a los ojos ya podía saber lo que le pasa con detalles. También, cabe decir que Ylenia era como un libro abierto, si algo le pasaba, podía notarse, ya que, si no estaba sonriendo, algo le pasaba.

Asiente mientras Fred se aparta de su lado para apartar la cafetera del fuego. Con la varita, el pelirrojo mayor sirve los tres cafés, le sugiere a la castaña si quiere que le haga un té, pero esta se niega, y los cuatro acaban en el sofá.

Bien no tomó nada de beber, pero se comió todas las galletas del plato.

Después de unos largos minutos hablando, el timbre suena. Ylenia frunce el ceño, no espera a nadie, por eso le parece algo raro que hayan tocado.

Pero, se levanta y abre la puerta mientras los hermanos Weasley se quedan hablando.

-¿Qué le pasa a Ylenia?- pregunta Ginny -. Está rara.

-No pasa nada- dice Fred -, simplemente días cansados en el trabajo, pero está bien.

-¿Aún la sigue molestando Christopher?

-¿Qué?- el mayor queda confuso ante las palabras de su hermana. Pero antes de que pueda decir otra palabra más, George habla.

-¿Por qué tienes esa cara?

Fred y Ginny miran a la castaña, que está de pie frente a ellos, con una hoja de papel en la mano. Los ojos muy abiertos y la boca entre.

-Nena- llama Fred, ella alza la mirada, y traga duro.

Perfidia || FW || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora