6: Horóscopo

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(Se nombran lugares/cosas que no son de esa época)


-Oye- el pelirrojo puso una mano en su muslo -, te quiero

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-Oye- el pelirrojo puso una mano en su muslo -, te quiero.

La chica exhaló con fuerza al notar el roce de su dedo meñique con la cálida mano de si ex novio. Esa electricidad que sentía desde la primera vez que ambos conectaron, no se desvanecía, por mucho que pasara el tiempo.

"Te quiero", esa palabra, esas palabras. En los labios de Fred sonaban tan bien, maldición.

¿Por qué tenía que ser así?

Primero la amaba, lo hacía amarlo, para luego engañarla, y luego, de nuevo dice que la ama.

Fred llevó su mano un poco más a la derecha, consiguiendo atrapar la de ella, que no se había movido.

-Eso nunca va a cambiar- musitó, entrelazando su gran mano con la de ella, con un pequeño tembleque -, pase lo que pase- dio un leve apretón a ambas manos, ella todavía no se atrevía a mirarlo, pero lo escuchaba y lo sentía con su máxima atención -. Nunca voy a dejar de amarte, Lizzie.

-Eres tan imbécil- susurró, después de unos largos segundos callada -. Suéltame- ordenó, el pelirrojo obedeció en cuestión de segundos.

"Yo tampoco dejaré de quererte, nunca", pensó ella.

-Vámonos de aquí- habló Ylenia, después de una hora de silencio entre ambos -, no hay nada ni nadie.

-Remus dijo..

-Remus dice misa- lo interrumpió -, pero aquí no hay nadie. Arranca.

Fred tosió, llevando su mano hasta la palanca de marchas para arrancar y salir de esa calle. Después de unos largos minutos conduciendo, ella habló.

-Me estoy meando.

Y es que, a veces se le olvidaba que ya no estaba con Fred y lo trataba con la misma confianza que tenían antes, esa era una de las muchas razones por la cual no quería estar a solas con él.

-¿Quieres que pare?- preguntó Fred, moviendo la cabeza para señalar un pequeño sitio solo.

-Por favor...

El pelirrojo giró el volante, yendo hacia la izquierda para llegar al pequeño lugar solitario, no había coches ni gente. El auto frenó y ella salió enseguida, yéndose más lejos para tener intimidad.

El Weasley salió del auto, dándole la espalda a Ylenia mientras encendía un cigarrillo. Inhaló, escuchando como ella se quejaba por los bichos del pequeño descampado, sonrió, añorando los enojos de su, ahora ex novia.

Cuando terminó de orinar, la chica entró al auto, cerrando la puerta, Fred terminó de fumarse el cigarrillo e hizo lo mismo que ella.

Perfidia || FW || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora