77: Vergüenza

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La mañana siguiente de aquel ruidoso día de la pelea familiar, Ylenia se había despertado sin casi energía, pues había tenido que lidiar ella sola con los dos bichos ya que Fred no había aparecido desde que ayer se fue

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La mañana siguiente de aquel ruidoso día de la pelea familiar, Ylenia se había despertado sin casi energía, pues había tenido que lidiar ella sola con los dos bichos ya que Fred no había aparecido desde que ayer se fue.

Estaba agotada, los bebés no habían parado de llorar en toda la noche, sobre todo Georgia, que había extrañado los brazos de su padre para dormir.

Algo preocupada al ver que era casi la hora del almuerzo y su prometido no había llegado. La noche anterior había llamado a George, para preguntar si Fred quizás estaba allí, pero no, según el Weasley su gemelo no había pisado el piso.

Remus había salido a hacer unos recados en el ministerio y tardaría casi toda la tarde en venir, lo que le dejaba sola con los bebés.

No era una molestia, al contrario, a Ylenia le encantaba estar con sus hijos, pero, sí lidiar con uno era difícil, imagínate a dos llorar porque tienen hambre a la vez, ponerlos a eructar a la vez y dormirlos juntos.

Agotador.

Había aprovechado con sus hijos estaban durmiendo para hacer algo de almorzar, también guardando algo para cuando su padre y Fred llegasen.

Un extraño ruido la asusta, y se voltea hacia la chimenea para ver de que se trata.

Pero no era nada alarmante, al fin Fred había llegado, 24 horas después.

-Hola- la saluda, caminando difícilmente hasta ella, cuando va a darle un beso, ella gira la cara, haciendo que se lo de en la mejilla, y dándole ocasión para oler su aroma a alcohol -, hola- vuelve a decir.

-Hola- dice lo más amable que puede -, ¿qué tal?

El pelirrojo asiente.
-Bien, mejor.

La menor asiente, volviendo a su cocina, y él calla, esperando alguna pregunta por su parte, pero ella tarda en hacerlo.

-¿Puedo preguntar dónde te quedaste anoche?

-En el piso.

La castaña gira el rostro para mirarlo con seriedad.
-Está bien, lo repetiré cambiando la pregunta- alza las cejas, dándole una nueva oportunidad para que le fuese sincero -. ¿Puedo preguntar dónde estuviste anoche?

El pelirrojo examina su rostro molesto.
-Por ahí.

Ylenia asiente, volviendo a darse la vuelta.

-¿Estás enfadada?

-No.

-¿Segura?

-No estoy enfadada- dice de espaldas -. Simplemente podrías haberme avisado de que no ibas a venir a dormir, eso es todo, Fred.

El Weasley se acerca -Lo siento- murmura, rodeando la cintura de su prometida con sus manos -. Disculpa, se que tuve que llamar.

-¿Y dónde pasaste la noche?

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