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El día se encontraba cubierto de nubes, la lluvia caí cada vez más con intensidad mojando todo a su paso, la ventana estaba abierta dejando que las cortinas se movieran con el viento, dejando entrar algunas gotas de agua. Naruto observaba como la ciudad se movilizaba desde su posición.
El aburrimiento era latente en ese momento, estaba solo en casa y no sabía que hacer para entretenerse.
Varios años habían pasado y muchas cosas no cambiaron, una ellas era que la mayor parte de su día se quedaba en casa, no veía mucho a su madre, parecía que esta encontró un nuevo novio y se entretenía junto a él.
Sasuke no lo dejaba salir, en ocasiones intentaba escapar y poder observar el mundo desde sus ojos, la televisión le enseñaba que existían muchas cosas por descubrir allá afuera.
La curiosidad lo carcomía por dentro, ya tenía quince años y su resistencia se desvanecía por la inquietud de ver más allá de la puerta de su hogar.
No pudo ir a la escuela, su madre se arrepintió a último momento, pero él sabía que la principal razón era que su hermano la convenció, nunca se enojó con Sasuke, pero ese día estaba apunto de hacerlo, sin embargo su molestia disipó cuando durmieron juntos esa noche.
Sintió unas manos cubrir su cintura y supo que Sasuke había llegado.
—¿Cómo te fue hoy? —Preguntó dando media vuelta.
—Bien, me moje un poco, pero el paraguas que me diste ayudó. —Respondió acercándose más al contrario.
Naruto se alejó un poco notando que la camiseta del contrario estaba algo mojada, junto a su cabello. Rápidamente se dirigió al baño y sacó una toalla para dársela a su hermano.
—Siempre tan lindo dobe. —Agradeció el más alto mientras se secaba.
El mencionado sonrió y nuevamente la pregunta que atormentaba su mente se hizo presente, no sabía como reaccionaría el azabache ante eso, pero no lo quería hacer enojar, no le gustaba cuando eso sucedía.
—Ven aquí. —Dijo palmeando sus muslos.
Naruto lentamente se acercó a la cama y se sentó sobre el regazo de Sasuke, este lo tomó por la cintura y lo acercó más para dejarle un beso en la nuca.
—Me gusta tu olor. —Confesó pasando su nariz por su nuca llegando hasta el inicio de su cuello. —Es suave... Como el de un bebé.
El menor dejó escapar una risita al sentir cosquillas debido a su cuello. Como si fuera un detonante Sasuke lo giró, para que finalmente quedará a horcajadas sobre él y unió sus labios en un beso.
Naruto intentó seguirlo. Pero fue inútil porque iba demasiado rápido y demandante, dejó de sentir los labios del contrario sobre los suyos y empezó a percibirlos en su cuello.
Naruto succionaba por cada parte que pasaba y el menor se estremecía ante su toque. En todos estos años los besos con el azabache eran algo de cada día, al principio él no se hacía problema con eso, lo veía como algo que todos los hermanos hacían.
Sin embargo con el pasar del tiempo se empezó a sentir ligeramente incómodo en algunas ocasiones, especialmente cuando Sasuke lo tocaba en lugares extraños. Una vez intentó preguntarle a su mamá sobre el sentimiento que empezaba a brotar en su corazón, pero Sasuke se lo impidió, diciéndole que eso era un secreto entre ellos y no podía contárselo a nadie.
En está ocasión volvió a sentir las manos de Sasuke dentro de su suéter y empezó a incomodarse, lo acariciaba por toda su espalda hasta finalmente llegar más abajo.
—Sasuke... —Musitó mientras se alejaba levemente.
—¿Todo bien? —Preguntó su hermano al ver su incomodidad.
—No... Bueno... En realidad...
Naruto no sabía que palabras usar para que entendiera lo que sentía, el azabache siempre se mostraba amable con él, pero sabía que si se enojaba las cosas se ponían feas y eso sucedía especialmente cuando lo contradecían.
—¿Te sientes incómodo? —Finalmente preguntó al ver que el contrario no decía nada.
—Sí... —Respondió en voz baja mientras cerraba los ojitos esperando su reacción.
—Naru... —Sonrió mientras subía sus manos hasta abrazarlo. — Tienes que decírmelo, así sabré cuando detenerme.
—¿No estás molesto?
—Sabes que es difícil molestarme contigo. —Sonrió.
El interior de Naruto se tranquilizó ante las palabras del contrario, mostró una pequeña sonrisa y abrazó con más fuerza a Sasuke y sabia que nunca le haría daño.
Sasuke sonrió en medio del abrazo, sin embargo su expresión cambio al notar que alguien se situaba detrás de la puerta, probablemente observándolos desde la ranura.
Empujó su lengua por el interior de su mejilla y desvío la mirada. Su situación con Naruto estaba bien y no le importaba los sentimientos que tenía hacia él a pesar de compartir la misma sangre.
Así que se encargaría de la persona que intentará separarlos, porque no importaba quien fuera, nunca dejaría que nadie aparte a Naruto de su lado.
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