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La sonrisa en el rostro de Naruto no desaparecía mientras las horas del día iban transcurriendo. El anochecer estaba por llegar y su interior finalmente se sentía cálido debido a la atención que estaba recibiendo.
Sasuke estuvo a su lado desde que regresó, le dió el pastel que quería y lo llenaba de besos cada cierto minutos.
Naruto después de mucho tiempo se sentía bien, tener la completa atención de su hermano lo hacía sentir querido. Aunque no lo dijera, al rubio le gustaba ser mimado.
—Duerme aunque sea un poco, ya es de noche. —Dijo el mayor tapándolo con una manta.
—Duerme conmigo... —Musitó el rubio escondiéndose en su sitio.
—Tengo que salir bebé. —Respondió Sasuke acariciando los cabellos del contrario.
—Pero... Si es de noche, no deberías salir. —Dijo Naruto mostrándose ligeramente preocupado.
—Lo se, pero tengo que hablar con el amigo que te comenté para que venga a revisarte. —Explicó el azabache.
—¿No puedes hacerlo mañana? ¿Estarás ocupado? —Preguntó el menor pestañeando.
—No me hagas esos ojitos. —Sonrió Sasuke dejando un beso sobre los labios de Naruto. —Tú solo descansa y cuando despiertes ya habré regresado con el doctor.
—No tardes. —Respondió el rubio rendido. —Te quiero. —Pronunció en voz baja mientras sus mejillas cambiaban de color.
—Yo te amo bebé. —Respondió Sasuke besándolo nuevamente.
Naruto sonrió ante las palabras del mayor y viendo como este salía por la puerta, sintió como su corazón latió más rápido de lo usual.
Cerró los ojos para poder descansar y en su mente la imagen de Sasuke junto a él lo ayudó a llegar al mundo de los sueños.
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La noche le daba paso a la oscuridad y los faroles de las calles comenzaban a prenderse de uno en uno. Sasuke caminaba con las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero y desde su puesto visualizaba el bar que solía visitar en octubre.
No necesito decir nada. Al ser conocido, lo dejaron entrar rápidamente y enderezando su cuerpo, se encaminó hacia la otra puerta, la cual separaba el área privada.
Tocó dos veces, haciendo que una rendija se abriera y al observarlo lo dejaron pasar.
—¿Qué es eso que te trae por aquí a esta hora? —Preguntó un peliblanco con un cigarro en su mano derecha.
—Necesito hablar con Sakura. —Respondió Sasuke. —Es algo personal.
—Esta por allá. —Señaló el lugar de bebidas. —Nuevamente junta al bardman. —Dijo llevándose el cigarro a sus labios.
Sasuke asintió como agradecimiento y saludó de igual manera a todos los demás, para ir directo hacia la pelirosa. Al estar poco metros de distancia, tomó asiento a un lado suyo y pidió un trago para comenzar a hablar.
—Sakura necesito un favor.
—¿Que no tú siempre vas directo al punto? —Inquirió la pelirosa con una pequeña sonrisa.
—Es porque no me gusta tardar mucho. —Replicó Sasuke.
—¿Necesitas tener regresar rápido a casa? —Preguntó Sakura tomando un poco de su bebida.
—Ese no es el punto...
—¿Es por tu hermanito no? —Lo interrumpió sonriendo al notar que el contrario no decía nada.
—¿Te lo dijo el estúpido de Suigetsu? —Inquirió el azabache.
—Si, en realidad creo que ahora varios lo saben. No sabía que Sasuke Uchiha tendría a alguien, siempre te hiciste pasar por un chico sin sentimientos y mucho menos sin familia.
—Todos siempre tienen algo que ocultar. —Respondió Sasuke tomando de un solo tragó todo el líquido del vaso.
—Lo se y me agrada saber que tú tienes uno. Ahora dime ¿Que necesitas?
—Mi hermano necesita una revisión, se ha sentido mal estos días.
—¿Y no lo llevaste al doctor por qué...? —Preguntó Sakura esperando que Sasuke continuará.
—Prefiero que lo revisen en casa ¿Tú eres doctora cierto?
—¿Quién coño crees que cura a todos aquí? —Inquirió la pelirosa enarcando una ceja.
—Lo sé, ¿Puedes ir a verlo? —Preguntó Sasuke viéndola a los ojos.
—Si, por ahora estoy libre. —Respondió Sakura terminando su vaso. —¿Quieres que vaya ahora?
—En realidad él está durmiendo pero...
—Sería mejor ahora, porque mañana vendrá Obito y sabes como es él. —Comentó la de ojos verdes al recordar que el pelinegro siempre regresaba con heridas.
—Está bien. —Suspiró Sasuke cansado. —Sígueme. —Dijo levantándose de su asiento.
—Nunca pensé llegar a conocer tu casa. —Dijo Sakura divertida.
—No importa, me mudaré en unos días. —Respondió restándole seriedad.
—¿Alguna razón en específico?
—No, pero preferiría que en todo el trayecto caminemos en silencio.
—¿Nunca te gustó hablar mucho cierto? Está bien, lo que tú digas. Quiero decirte que solo acepté para conocer a tu hermano.
—Y yo quiero que seas discreta, carajo. —Comentó Sasuke saliendo de lugar.
—¿A qué te refieres?
—No quiero que nadie más sepa de esto, especialmente sobre mi hermano.
—¿Quieres que tú imagen siga intacta?
Sasuke se limitó a asentir y siguiendo su camino, los guío a su residencia para poder revisar al menor. Sin embargo se sentía un poco inquieto al saber que alguien vería a Naruto, si bien confiaba en Sakura, no podía evitar molestarse porque alguien más lo tocará y al revisarlo sabría que eso pasaría.
Respiró profundamente y volvió a meter las manos en sus bolsillos mientras seguían caminando. Después de que Sakura revisara lo que tenía Naruto, muchas cosas cambiarían en su futuro.
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