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El sonido de la alarma de un auto despertó a Naruto, lentamente fue abriendo sus ojos para observar como las nubes tapan el sol desde su ventana.
Suspiró sin mucho ánimo y decidió levantarse, él deseaba que el día de hoy el sol resplandeciera y pueda saludar a las plantas, especialmente a las flores que reposaban en el jardín. Sin embargo hace un par de días que eso no ocurría, específicamente desde que Sasuke lo encerró en aquella habitación.
Unas de las razones por las cuales no le agradaban los días nublados era que por nada del mundo Sasuke lo dejaba salir, si había un lugar que al menos podía visitar temporalmente era su jardín, no obstante su hermano no dejaba que lo hiciera porque podría enfermarse si la lluvia lo atrapaba.
La lluvia... Esta también era una de las cosas que Naruto no lo ponían feliz, cuando lluvia sentía que el cielo estaba triste, y que su única manera de desahogarse era llorando. Igual como solían hacer los humanos, pero esta se veía transformada en lluvia.
Después de cambiarse su estómago rugió haciendo que automáticamente sus pasos se guiarán a la cocina. Al escuchar que el único sonido que emitía su casa eran las gotas de lluvia que golpeaban contra las ventanas, supo que estaba solo.
Probablemente Sasuke haya salido a a hacer su "trabajo" como otros días, él en realidad no sabía a lo que se dedicaba, solo se lo preguntó una vez, pero tuvo respuesta.
Agarró un poco de cereal y lo vacío en un recipiente amarillo, sacó la leche del refrigerador y la virtió sobre el cereal para mezclarlo todo. Naruto le encantaban las cosas dulces, por esa razón le gustaba empezar el día comiendo algo de ese sabor.
Llevó la cuchara hasta sus labios pero se detuvo al escuchar un sonido exterior.
Era el timbre
Dejó el recipiente en la cocina y extrañado comenzó a caminar hacia la puerta. Era raro que alguien tocará el timbre, después de que su madre los dejara, nadie iba a visitarlos y no podía ser Sasuke porque el tenía la llave.
Sintiéndose inseguro llevó su mano hasta el cerrojo y lo fue abriendo con lentitud. Temía por un segundo que fuese alguien peligroso y llegará a hacerle daño.
Cuando la puerta fue abierta hasta la mitad Naruto pudo abrir completamente sus ojos y destensar su cuerpo al observar quien era.
Era un chico
Uno que al instante de verlo sonrió, mostrando sus lindos dientes mientras sus ojos desaparecían por unos segundos, pero no completamente. El chico parecía ser de su tamaño y portaba un cabello celeste?.
—Hola. —Finalmente habló sin desaparecer su sonrisa. —¿Está Sasuke? —Preguntó.
—Hola... —Dijo con un leve tono de nerviosismo. —Amm... Él no está. —Respondió negando.
—Es una pena, creí que lo encontraría aquí porque... ¿Él vive aquí cierto?
—Sí...
—Pensé que vivía solo. —Dijo mientras recorría sus ojos en el cuerpo del contrario. —¿Qué relación tienes con él?
—Es mi hermano. —Respondió arreglando su suéter que se le empezaba a caer por un hombro.
—No sabía que tenía un lindo hermano. —Comentó sonriendo nuevamente. —¿Cuál es tu nombre?
—Naruto...
—Suena lindo... Yo soy Suigetsu, un gusto. —Extendió la mano para que el contrario la tomara.
Naruto sintiéndose aún nervioso tomó la mano del contrario y lo saludó correctamente. Un sentimiento extraño comenzaba a crecer en su interior al saber que probablemente estaba haciendo un nuevo amigo, no tenía idea de cómo actuar y lo peor de todo, era que no quería que su hermano llegará de repente, después de todo aún recordaba lo que sucedió con Shikamaru.
—¿Puedo pasar? —Preguntó Suigetsu soltando la mano del contrario. —La lluvia terminará mojándome por completo. —Sonrió mostrando su atuendo.
—Claro... pasa. —Respondió el rubio al notar que las gotas caían con más fuerza.
Cerró la puerta cuando ambos estuvieron dentro y empezó a pensar en como debía actuar. Era la primera ver que recibía un invitado y no sabía exactamente que decir.
—¿Crees que el tarde demasiado? —Preguntó refiriéndose a Sasuke
—No se a donde fue. —Respondió. — Suele llegar para el almuerzo.
—Entonces... Estará aquí en ¿Tres horas? —Preguntó viendo su reloj.
—Probablemente... —Asintió mientras guiaba su mirada a la cocina. —¿Te gustaría... un poco de cereal?
Suigetsu alzó la mirada y observó como las mejillas del contrario empezaban a cambiar de color. Por un momento pensó en que era imposible que aquel tierno chico fuese hermano de Sasuke, debido a que esté último se caracterizaba por intimidar a los demás.
—Sabe rico... —Comentó alzando el recipiente que previamente había preparado. —Pruébalo... —Dijo mostrándole la cuchara y poniéndola frente a su rostro.
—Preferiría que tú lo hicieras. —Respondió refiriéndose a que él le diera de comer.
Naruto tragó nervioso pero sin negarse sumergió la cuchara en la leche, tomando algunos cereales a su paso. Con la mano levemente temblorosa llevó el alimento hasta los labios del contrario, haciendo que este abriera la boca y recibiera con una sonrisa la porción.
Todo hubiese estado bien si no fuera porque en ese preciso momento un azabache con algunas bolsas en sus manos acababa de llegar y observó perfectamente como su hermanito estaba junto a otro chico y para empeorar la situación le estaba dando de comer. Naruto al verlo sintió un ligero miedo y detuvo inmediatamente la acción.
Sasuke había llegado.
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