11. Castigo

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Naruto mantenía sus ojos cerrados para no ver lo que su hermano le estaba haciendo

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Naruto mantenía sus ojos cerrados para no ver lo que su hermano le estaba haciendo.

Sin embargo esto solo empeoraba la situación debido a que podía percibirlo aún más con otros sentidos. Las manos del azabache se encargaban de retirarle los pantalones, acariciaban y se deleitaban con la suave contextura del menor.

Pequeñas lágrimas empezaron a brotar por los ojos del más bajo, el miedo calaba sus entrañas haciéndolo estremecer cada cierto segundos.

Cuando sintió las manos de su hermano posicionarse en su ropa interior no pudo continuar en silencio.

—Sasuke... No. —Pronunció negando, mientras intentaba cubrir el restante de su cuerpo desnudo.

—¿No? —Preguntó en un tono serio y déspota. —Aquí no puedes elegir Naruto. —Agarró el elástico de la prenda. —Aquí tú solo obedeces. —Dijo quitándole la ropa interior de un solo movimiento.

Automáticamente las manos de menor intentaron cubrir su intimidad, Naruto no se sentía cómodo así, tenía miedo por la tenebrosa expresión que su hermano le dirigía.

—Eres hermoso... —Pronunció con voz profunda mientras se acercaba. —Por eso nadie puede verte... —Dijo mirándolo a los ojos.

—Correrías mucho peligro Naru... —Asintió haciéndole entender.
—Cualquiera en un solo respiro podría enamorarse de tí...

—No vol... veré a... salir... —Dijo Naruto en un susurro con voz entrecortada. —No.... Me hagas... Daño...

—Quisiera creerte... Pero no puedo. —Negó

De un rápidamente movimiento Sasuke tumbó a Naruto sobre la cama, retuvo ambos brazos del menor sobre su cabeza impidiéndole el movimiento y atacó sus labios con fiereza, demostrándole lo necesitado que estaba por tocar su cuerpo.

Dejó una mordida en su labio inferior antes de separarse y fue corriendo su cálida piel, besando y marcando mientras intentaba probar absolutamente todo lo que pudiera.

El cuerpo de Naruto se estremecía ante su tacto sin poder evitarlo, el menor mordía sus labios para no dejar escapar ningún sonido extraño y cerraba los ojos intentando pensar en otra cosa.

Cuando sintió que Sasuke llegaba a su zona íntima se asustó, ocasionando que se removiera inquieto y detuviera las acciones del contrario.

Sasuke lo observó con una mirada que expresaba oscuridad, daba a pensar que si lo desobecía las cosas solo podían empeorar.

El mayor se alejó por unos centímetros para quitarse la ropa y quedar igual que el más bajo, el cual se sorprendió por la buena fisionomía del contrario.

El cuerpo de Sasuke estaba marcado en las zonas correctas, no era exagerado, su musculatura mostraba lo serio que era en cuanto a su salud física, haciéndole ver tentador para cualquier humano, fuera hombre o mujer.

Con las yemas de sus dedos fue recorriendo toda la complexión del contrario, la piel de Naruto era suave y tersa, se mostraba pálida debido a su poco contacto con el sol y brillaba mostrando lo puro que era.

Cuando llegó a la parte baja del menor masejé y acarició las mejillas traseras a su antojo, la retaguardia de Naruto tenía la forma perfecta, incitándolo a que lo tomara de una vez.

Intentando ser cuidadoso finalmente introdujo el primer dedo en la estrecha entrada del más bajo y fue abriéndose paso para poder prepararlo.

—Sasuke. —Pronunció alarmó al sentir la intromisión. —No hagas eso... No me gusta... Detente. —Dijo dejando escapar algunas lágrimas.

—Relájate pequeño. —Se acercó para dejar un beso en su mejilla.
—Esto te gustará.

—Duele...

—Es normal al principio. —Dejó escapar un beso en su otra mejilla. —Pero te irás acostumbrando. —Musitó introduciendo otro dígito.

El cuerpo de Naruto volvió a estremecerse por la intromisión y arqueó su espalda sin poder evitarlo, cuando sintió otro dígito más finalmente dejó escapar un grito ahogado.

—Sasuke... no sigas... —Suplicó negando varias veces.

—Te amo Naruto. —Pronunció acercándose nuevamente a su rostro. —¿Tú me amas? —Preguntó dejando un beso en su frente.

—Sí... Pero esto... No me... Gusta... —Respondió de manera entrecortada.

El cabello del menor se pegaba a su frente, sus mejillas cambiaban de color a un ligero carmín, juntos a sus labios que brillaban con la escasa luz que entraba por la ventana.

—Está es una nueva forma de expresar amor. —Pronunció en tono suave dejando un último beso sobre los labios de Naruto.

—De está manera podemos sentirnos de una forma más íntima. —Explicó Sasuke. —Uniendo nuestros cuerpos formando un solo ser.

—Pero...

—Déjame amarte Naruto. —Dijo Sasuke mirándolo a Naruto fijamente. —Voy a enloquecer si no lo hago... —Confesó.

Naruto observó los ojos del contrario, estos reflejaban distintos sentimientos, pero sobre todo amor. Si bien el menor no conocía muchos aspectos de la vida si creía conocer el amor, porque eso fue lo que Sasuke le mostró en su vida de una manera diferente, pero el sentimiento siempre estuvo presente.

Por esa razón asistiendo dejó que su hermano lo tomará. Él también amaba a Sasuke y a pesar de que le causaba miedo en ocasiones ese sentimiento no podría cambiar en su interior, porque el azabache era lo único que tenía.

De manera lenta el mayor fue introduciendo su miembro hasta quedar completamente dentro del más bajo, este último dejo escapar muchas lágrimas por el dolor pero esta vez no se alejó, dió una respiración profunda y dejó que el contrario siguiera.

Después de un par de minutos Sasuke comenzó a moverse cerrando los ojos por la increíblemente sensación de estar dentro de su hermano. De esta manera podía sentir de todas las maneras a Naruto.

Las embestidas aumentaron el ritmo ocasionando jadeos por parte de ambos, el azabache volvió a besar los labios del contrario y sin dejar de moverse expresó mediante ese beso que Naruto era para el.

Sus cuerpos estaban unidos y se acogían como si desde siempre hubiesen sido hechos el uno al otro, los jadeos se volvían más fuertes y acompañaban la deleitante sensación de placer que compartían.

Te amo... Naruto... —Pronunció entre gemidos viniéndose en el interior del nombrado.

Naruto sintió como era llenado con la semilla de su hermano e inconscientemente su climax llegó casi al mismo tiempo, su interior se sentía cálido y una sensación de posesividad llegó al cuerpo del contrario.

Porque finalmente marcó a Naruto como suyo, suyo de todas maneras posibles.

Porque finalmente marcó a Naruto como suyo, suyo de todas maneras posibles

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PSYCHO // SasunaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora