¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Naruto sentía como las manos de Sasuke recorrían todo su cuerpo, sus ojos se cerraron nuevamente intentando guardar la calma, quizá lo que hacían estaba bien, quizá todos los hermanos actuaban de esa manera.
El menor en realidad no sabía sobre el mundo, sus conocimientos sobre este eran medidos a todo lo que le decía Sasuke, este último le enseñaba solo lo que quería que supiera. No le hablaba sobre las cosas bonitas que existían allá afuera, prefería causarle miedo y que de esa manera no tuviera el deseo de salir de casa.
Los sueños de Naruto eran contados con una mano, a su edad muchos adolescentes desean hacen muchas cosas, especialmente dedicarse a eso que le llama la atención. Pero Naruto era diferente, él se quedaba en casa todo el día, en ocasiones salía al patio, pero eso sucedía cuando Sasuke se lo permitía.
Le gustaba dibujar, pero tampoco se sentía muy bueno en eso, los únicos trazos que realizaba eran las flores que existían en su pequeño jardín, aquellas que él se encargaba de regar cuando tenía la oportunidad.
—Naruto mírame. —Pronunció con voz profunda.
El mencionado se asustó al ver la oscura expresión que emanaban los ojos de Sasuke, se sentía aún más pequeño estando en esa posición, quería alejarse, decirle que tenía sueño —aunque eso fuera mentira— y que dejara de tocarlo de esa manera.
—Sasuke... —Musitó viéndolo a los ojos.
El mayor observó como los ojitos de su hermano estaba llenándose de lágrimas, admitía que en ese momento estaba demasiado excitado. Pero tampoco quería ver aquella expresión de miedo en el rostro de Naruto.
Con cuidado llevó ambas manos a las caderas del menor sujetándolo. Él lentamente se fue acostando en la cama, posicionándose de espaldas a esta, aún con Naruto en su regazo, especialmente sobre su erección.
Sujetó las manos de contrario y las posicionó sobre su pecho, el cuál se encontraba desnudo. Al sentir el tacto de Naruto sobre su piel no pudo evitar morder su labio inferior, la piel de su hermano era suave y perfecta.
—Tócame Naruto. —Pronunció volviendo a usar ese tono profundo, uno que era difícil de contradecir.
El menor lo observó con duda, no sabía exactamente que hacer, Sasuke estaba debajo suyo a su completa disposición, pero él era inocente para notarlo.
—Tranquilo bebé. —Continuó hablando pero esta vez con un tono más dulce. —No tienes porque tener miedo.
Una de las manos de Sasuke acunó la mejilla del menor acariciándola con dulzura, Naruto era lo más importante para él, por eso debía demostrárselo y de esa manera quitar sus miedos.
—Tócame como yo lo hice. —Dijo volviendo a tocar la manos que seguían sobre su pecho.
Naruto tragó ligeramente y sus ojos se desviaron por todo el gran torso del mayor, sabía que Sasuke se ejercitaba, por eso no le sorprendió el verlo en un buen estado físico.
Sin embargo sus mejillas cambiaron de color al notar la respiración de Sasuke, esta ocasionaba que contrajera los músculos, dandole una buena imagen mucho más tentadora, especialmente de sus abdominales.
Con una mano lentamente fue trazando el cuerpo del mayor, tocó sin querer un pezón el cuál se encontraba erecto, ocasionando un ronco gemido. Con la otra mano bajó hasta sus abdominales, perdiéndose entre estos, observando lo bien que se veían con la escasa luz que entraba por la ventana.
—Bésame Naruto. —Volvió a hablar mostrando una expresión necesitada.
El menor observó como los labios de Sasuke se encontraban rojos, su expresión lo llamaba con la mirada, haciendo que inconscientemente se fuera acercando, estando a escasos centímetros de su rostro.
Sasuke no aguantó más y agarró la cintura de su hermano atrayéndolo completamente, ocasionando que sus labios se unieran y empezara a moverlos, mostrándose dominante, pero a la vez delicado, intentando que Naruto lo siguiera y disfrutará tanto como él.
Se separaron después de unos segundos por la falta de aire, Sasuke se recompuso volviendo a la posición en la que empezaron y abrazo el cuerpo de su hermano. Llevo sus labios detrás de su oreja, la cual mordió ligeramente.
—Puedes tocarme cuándo quieraas.... —Susurró ocasionando un estremecimiento del contrario. —Y espero que yo pueda hacer lo mismo contigo...
Naruto se alejó un poco para observar los ojos de Sasuke, este le regaló una sonrisa y el menor sintió una punzada en su corazón, le encantaba cuando Sasuke sonreía de esa manera, emanando ternura y ocasionándole seguridad.
—Si puedes... —Finalmente respondió notando como la sonrisa del contrario crecía aún más.
Sasuke volvió a abrazarlo y se quedaron en esa posición por unos minutos. Al mayor le encantaba la personalidad de Naruto, siempre mostrándose tierno, sin importar la situación.
Ahora se sentía mucho mejor al tener su permiso, no quería obligarlo a hacer esas cosas, prefería que Naruto estuviera conciente cuando se besaran, cuando se tocarán y se perdieran en sus impulsos.
Porque el deseaba a Naruto y quería que él también lo deseara.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.