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El sonido de las gotas de lluvia que resbalaban por la ventana era lo único que Naruto podía escuchar en este momento.
El menor yacía recostado sobre su cama, el ligero aroma a jabón cubría su cuerpo y las mantas lo mantenían cálido.
Su mano se dirigió hacia su rostro, en el cual tocó de manera pausada sus labios, sintiendo aún el calor que Sasuke dejó en ellos.
La situación que los rodeaba era irreal para él. A pesar de saber que siempre existió el sentimiento de cariño entre ellos, nunca pensó que traspasarían la línea de la hermandad.
Él amaba a Sasuke, eso era imposible de negar. Sin embargo ¿Lo hacía de la misma manera que su hermano?
Si bien no sabía mucho sobre el amor, conocía el afecto que sentía por su familia, especialmente por su hermano. Pero eso no llegaba a tal grado de querer besarlo y actuar como las parejas que veía en televisión.
¿Estaba bien que los hermanos hicieran eso?.
El rubio en este momento percibía sentía confusión en su interior. La noche anterior se unió a Sasuke de una manera que jamás hubiese imaginado. Ni siquiera en sus sueños llegó a pensar en llegar a eso con él.
No obstante tampoco se sentía completamente mal al respecto. Sasuke había sido cuidadoso con él. Después de terminar lo trató de una manera tan delicada que percibió verdadero amor por parte de su hermano.
Al parecer una parte de él había disfrutado aquel encuentro.
Naruto deseaba sentirse amado, anhelaba que alguien se preocupará por su bienestar y lo tratará como lo más valioso del mundo. Y ahora sabía que Sasuke era el único que cumplía ese papel.
Tenía fallas como cualquier ser humano, pero podía sentir el afecto que le tenía y eso hacía que un nuevo sentimiento se instalaba en su pecho.
La luz solar no llegaba a la habitación debido a las ventanas pintadas. Pero el rubio presentía que ya era medio día, a pesar de la lluvia sabía cuántas horas había dormido y su estómago empezaba a manifestar hambre.
Sasuke había salido como cada día, no sabía a donde se dirigía pero en esta ocasión olvidó preguntarle y dejó que se fuera sin más.
Naruto intentó levantarse pero el ligero dolor en su espalda baja aún seguía presente. Esa era la principal razón por la cual aún seguía en la cama. Sasuke le había dicho que lo mejor era que descansará hasta que el dolor disipará, ya con el tiempo se iba a acostumbrar.
Estaba a punto de cerrar los ojos nuevamente pero un sonido externo declinó su acción.
Agudizó su oído y volvió a escuchar como un objeto era lanzado contra la ventana. La curiosidad se instaló instantáneamente en su interior y de un momento a otro se vió levantándose de la cama para ir a ver lo que ocurría.
—¡Naruto! —Alguien gritó llamando más la atención del nombrado.
El rubio inmediatamente reconoció aquella voz y empleando un poco de fuerza intentó abrir la ventana, no obstante parecía bastante asegurada.
—¿Shikamaru? —Inquirió comenzando a pensar lo que el castaño hacía ahí.
El mencionado había regresado a su hogar después de un par de días fuera de la ciudad. Al volver a casa lo primero que notó fueron los ligeros cambios que habían en la residencia vecina. Si bien antes se veía un poco espeluznante ahora con las ventanas pintadas de negro y más de una cerradura en la puerta se veía como un calabozo.
Sasuke definitivamente tenía un problema de posesividad con su hermano.
Shikamaru no era tonto, sabía que esa casa ocultaba uno que otro hecho oscuro, no obstante eso en vez de asustarlo llamaba su atención aún más. Desde pequeño el castaño había pasado sus días libres leyendo historias de miedo y viendo películas de terror cada vez que podía.
Por esa razón el“caso de Naruto” le intrigaba demasiado, no sabía si Sasuke le estaba haciendo daño debido a que no se veía especialmente triste, pero aún así intentaría investiga un poco para saber si interceder o no.
—¡Voy a subir! —Gritó haciéndose paso hacia la ventana.
La habitación de Naruto estaba en el segundo piso y afortunadamente Shikamaru era Bueno saltando normas y sabía cómo entrar a un lugar sin ser invitado. Llevó un par de herramientas consigo y usando sus fuertes brazos empezó a trepar la pared de la casa.
El sabía que tenía que ser rápido, porque no sería buena idea encontrarse con Sasuke.
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