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“Me gusta Neji”
“Y sé que el sería un mejor padre que tú”
Esas fueron las palabras suficientes para que Sasuke pierda cualquier atisbo de paciencia que contenía en su interior.
Esas fueron las palabras suficientes para que Sasuke tomara bruscamente las muñecas de Naruto y lo arrastara por la habitación.
—¡Suéltame! —Gritó el menor intentando zafarse de su agarre
—¡No hables! —Respondió lanzándolo sin ningún tipo de delicadeza sobre la cama
“Me gusta Neji” Esas palabras volvieron a repetirse en la mente del azabache, provocando otro ataque de ira que terminó con un fuerte golpe en la cabecera de la cama. Naruto tragó nervioso y observó como la mandíbula de Sasuke se marcaba más que nunca, sus ojos estaban tan oscuros como la noche y las venas en sus brazos se podían ver perfectamente. Su cuerpo empezó a temblar ligeramente, pero intentó guardar la calma.
Respiró profundo mientras el mayor golpeaba reiteradas veces el mismo lugar, haciendo que sus nudillos lentamente se mancharan de sangre. Inconscientemente cerró los ojos y se encogió en su sitio al saber que había enojado bastante al contrario. No era su intención hacerlo, pero ya estaba cansado del trato que su hermano le otorgaba.
Un toque frío ingresó debajo su camiseta, provocando que sus ojos se abrieran automáticamente y observara las manos del mayor, intentando quitarle su prenda superior.
—¡No Sasuke! —Exclamó bajando su camiseta y tapando su pálida piel que estaba siendo expuesta
El mencionado lo vió fijamente a los ojos sin decir nada. Su mirada exponía toda la irritación que sentía en su interior, el enojo crecía cada vez que recordaba que su hermano acababa de decirle que le gustaba alguien más. Eso no era posible. Naruto no podía sentir cariño por nadie además de él.
Él no permitiría que el menor tuviera esos pensamientos, tendría que encargarse de borrárselos hasta que no quedara ninguno.
Sus manos agarraron la camiseta nuevamente y de un movimiento brusco la rompió por la mitad.
—¡No! —Gritó el contrario intentando taparse con sus manos —¡Ya no te necesito Sasuke! —Exclamó refiriéndose a que ya no quería un bebé suyo.
—¡Si tanto quieres un estúpido bebé, te lo daré! —Respondió quitándole los pantalones y lánzandolos rápidamente.
—¡No quiero uno tuyo! —Gritó poniendo ambas manos en el pecho del contrario para empujarlo.
Sasuke se movió hacia atrás por un segundo, no obstante se recompuso rápidamente y con una mano sujetó la mandíbula de Naruto, ejerciendo presión y haciendo que lo mire a los ojos.
—Escúchame bien Naruto. —Lo acercó hasta que sus respiraciones chocaron— Tú me perteneces. Nadie mucho menos el idiota de tu amigo podrá separarte de ti. Nunca. Jamás te apartarás de mi lado. Eres mío.
