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La respiración de Naruto se aceleraba junto a los latidos de su corazón. Del otro lado de la ventana podía escuchar como Shikamaru intentaba abrirla usando un alicate.
Transcurrieron un par de minutos y finalmente el rubio fue espectador de la luz de día y observó como el castaño entraba por la ventana.
Naruto se quedó estático en su sitio al no creer que lo hubiese logrado, sin embargo reaccionó segundos después para ayudar al contrario.
—Hola Naruto. —Pronunció con una pequeña sonrisa al estar completo dentro.
—Shikamaru... —Pronunció Naruto en voz baja sin saber que más decir.
—¿Ni un abrazo como saludo? —Preguntó el castaño fingiendo indignación.
Naruto recién pudo mostrar una tímida sonrisa y sintiéndose ligeramente nervioso se acercó al contrario, extendiendo varios brazos para poder saludarlo.
Cuando su cuerpo estuvo junto al de Shikamaru por unos segundos percibió una nueva sensación. Después de mucho tiempo tenía contacto con otra persona que no fuese Sasuke.
—¿Todo bien? —Preguntó Shikamaru al verlo en silencio.
—Sí... —Simplemente respondió el rubio desviando la vista.
"tierno" pensó el castaño al ver la timidez de Naruto, no sabía mucho sobre el rubio pero aseguraba que gracias a su hermano no conocía muchas personas.
Sus ojos viajaron por toda la habitación y notó como está se veía sencilla y ordenada, no existían más que dos cuadros donde flores eran pintadas sobre el lienzo y la tenue luz no alumbraba completamente.
Se encaminó hasta la silla situada al lado del escritorio y se sentó, indicando que el rubio hiciera lo mismo pero en su cama.
—Naruto ¿Que relación tienes con Sasuke? —Preguntó dirigiéndose directo al grano.
—Es mi hermano...
—¿Solo eso? —Preguntó sin estar totalmente convencido de su respuesta.
—Sí... —Respondió Naruto inseguro.
Shikamaru asintió no muy convencido pero le regaló una pequeña sonrisa para que esto no parecería un interrogatorio. El castaño sabía que no tenían una simple relación de hermanos, no cuando acababa de ver la pequeña dificultad de Naruto al caminar y aquella pequeña marca en su cuello.
Al ver Sasuke aún no llegaba intentó saber un poco más sobre Naruto, le empezó a preguntar sobre sus gustos y él también le decía que solía hacer.
Los minutos pasaban y su conversación empezaba a tomar forma. Haciendo que Naruto se mostrará menos tímido y empezara a sentir confianza en el castaño.
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Sasuke caminaba devuelta a casa después de un "día de trabajo" sin darse cuenta habían pasado dos horas más de la cuenta y seguramente Naruto lo esperaba hambriento en casa.
Pasó por el restaurante de comida china que tanto le gustaba a su hermano y pidió dos órdenes para llevar. Observó como en la fila las chicas a su atrás empezaban a susurrar sobre lo atractivo que era. No quería sonar egocéntrico pero siempre se veía en esas situaciones cuando salía a lugares públicos.
No obstante no les daba importancia porque desde siempre solo una persona fue dueña de sus pensamientos y su corazón.
Su hermano menor hacía que un incontrolable deseo se expandiera por su cuerpo y el anhelo de cuidarlo y protegerlo del mundo siempre estaba presente.
Haría cualquier cosa por Naruto. Y aquel día que borró a su progenitora del mapa supo que realmente era capaz de todo.
Cuando finalmente tuvo su orden agradeció y salió del lugar para volver a casa. Solo eran cuatro cuadras para llegar así que como siempre prefirió caminar y quizá encontraba algo interesante en el trayecto.
En está ocasión no estuvo equivocado al ver como una señora vendía galletas que se veían realmente bien, el aroma de coco inundó sus fosas nasales y supo que estaban recién hechas.
Sin pensarlo mucho se dirigió al lugar para poder comprarlas para Naruto, su hermano no las comía hacer mucho y le gustaría probarlas nuevamente.
Sacó el dinero para pagar, pero la voz de la señora llamó su atención. Si mal no recordaba esa voz la había escuchado en algún lado.
—Sasuke ¿Eres tú? —Preguntó acercándose a él y observándolo de pies a cabeza.
El mencionado en ese momento paró en seco al reconocer quién era esa persona. Una vez. Solo había una vez había visto a aquella mujer y fue a lado de su madre, era su mejor amiga en ese entonces.
La señora que ahora recordaba como Kushina, le estaba preguntando sobre si sabía algo de su progenitora y si tenían algún problema podían contar con ella. Sasuke solo asentía a todo lo que decía sin saber que responder, mucho menos cuando pregunto por Naruto, él cada vez que alguien se refería a su hermano entraba en pánico al pensar que lo alejarían de lado. No quería que aquella mujer se interesará demasiado por ellos y repentinamente los adoptara o algo parecido, Naruto era suyo y solo lo necesitaba a él.
Sin decir mucho se despidió amablemente y agredeció por las galletas que terminaron sin ser cobradas. Cuando estuvo fuera del lugar finalmente pudo respirar y pensó en no volver a ver a aquella mujer, si ella se interesaba demasiado en el tema podría llegar a descubrir lo que realmente había pasado.
Tenía que ir con cuidado a partir de ahora, porque además de Kushina sabía que otros más habían empezado a sospechar sobre su relación con Naruto. Él no les daba demasiada importancia, pero seguía viéndose intranquilo al pensar en su hermano lejos de él.
El cielo estaba siendo cubierto ligeramente por nubes y decidió volver a casa antes que la lluvia volviera a caer.
Ahora lo único que necesitaba era tener a Naruto en sus brazos brindándole calor.
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