❝𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝑷𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂❞ [𝘔𝘰𝘯𝘬𝘦𝘺 𝘋. 𝘓𝘶𝘧𝘧𝘺 𝘺 𝘵𝘶́]

005

El dúo terrorífico!
¡Los hermanos Nyaba vs _____ y Zoro!

—¡¡BASTA DE TONTERÍAS!! —exclamó Nami golpeando a Usopp con su palo en la cabeza, haciendo que este se desplomara.

—¡¡Como duele!!

—¿¡Q-Quiénes son esas mujeres!? —preguntó uno de los tripulantes de Kuro con sorpresa y temor.

—¡¡Los tesoros de ese barco me pertenecen!! ¡No toleraré que toquen mi dinero! ¡Devuelvan todo a su lugar de inmediato!

—Si miras fijamente el aro caerás dormido —explicó la mayor señalando al sujeto—. Él es un hipnotizador —paseó su mirada por el alrededor—. ¿Dónde está Luffy?

—Ni idea, de seguro aún está en camino o se haya perdido por ahí

—Seguramente se haya perdido —habló Nami negando levemente su cabeza.

—Bien, en ese caso, yo daré las órdenes. Ustedes ataquen mientras que yo las cubro desde aquí —exigió Usopp

—¡¿Eh!? ¡¿Y por qué nosotras?! ¡¿Cómo crees que podremos luchar con tantos piratas a la vez?! ¡Somos chicas frágiles! ¡Estamos aterrorizadas! ¡En cualquier momento empezaremos a llorar!

La joven avanzó con determinación, desafiando a los piratas con su mirada feroz. Su aura se volvió salvaje, revelando su verdadera naturaleza de guerrera. Con un gesto ágil, lanzó al aire varias cartas que flotaron a su alrededor. Levantó su dedo índice y las cartas obedecieron su voluntad, elevándose más alto. Luego, bajó su mano con fuerza, y las cartas se convirtieron en proyectiles mortales que se abalanzaron sobre los piratas. Estos gritaron de terror al ver el poder de una Fruta del Diablo, mientras algunos caían heridos y otros trataban de esquivar el ataque.

—¡Bien! ¡Está funcionando! Que astuta eres, _____ —elogió Nami mirando como algunos piratas ya estaban en el suelo inconscientes.

—Y ahora... ¡Namari Boshi!

Nota: Estrella de Plomo

—¡¡Bastardos!!

—¡Que bien! ¡Sigan así! ¡Yo voy a tomar un pequeño descanso!

Tras bajar la guardia por unos instantes, Usopp fue golpeado con gran fuerza en su cabeza con un martillo, dejándolo en el suelo cubierto de sangre mientras que Nami seguía peleando por su vida al igual que _______.

—¿No creerían en serio que podrían detenernos? ¡¡Allá vamos!! ¡El capitán Kuro nos espera! —antes de que continuara, Usopp lo tomó del pie.

—¡No los puedo dejar pasar de aquí! Porque esto seguirá siendo como una de mis mentiras, mi aldea disfrutará de un día tranquilo como cualquier otro ¡Esa es la razón... ¡Por la que no los dejaré pasar!

—¡Cállate, estúpid...! 

Sin dejar que terminara su frase la apostadora le dio una patada en la espalda, dejándolo en el suelo.

—¡Eso ha dolido!

—¡Oigan camaradas! —gritó el hipnotizador— ¡Olvídense de ellos por un momento! ¡Dense prisa, tenemos otro objetivo!

En el momento que la apostadora se percató de que estaban apunto de cruzar, alzó su mano lanzando aún más cartas al aire, añadiendo las que había lanzado antes. Chasqueó los dedos y todas las cartas fueron a sus objetivos, dejándolos en el suelo adoloridos.

—Hasta que por fin llegan —pronunció mirando a sus amigos de reojo.

—¿Qué es todo este alboroto? —interrogó Zoro posicionándose al costado de su amiga.