¡El reino de Arabasta!
¡Una bailarina abordo!—Mocosa —comenzó Doctorine, dirigiéndose a la apostadora—. ¿Estás satisfecha?
La joven respondió con una sonrisa ladina—. Por supuesto.
A medida que el sol se ocultaba, la luna emergía, radiante como siempre, y los copos de nieve caían, decorando el paisaje con su manto frío y blanco. Usopp continuaba construyendo muñecos de nieve junto a _____, bajo la atenta mirada de Zoro, quien fungía como juez, decidiendo cuál creación era superior.
—¡¡Reno!! ¡¡Seamos piratas juntos!!
El mentiroso, tomando la iniciativa, hizo una pausa—. Oye, Luffy, date por vencido, por más que lo llames o lo busques, no sale, incluso _____ trató de buscarlo y no lo encontró
—Para ser honestos, los animales la adoran
Intervino la apostadora, formando una bola de nieve—. Solo unos pocos me quieren; los demás me desprecian, y yo a ellos.
—¡Te equivocas! ¡Deseo que se una a nosotros! —exclamó el Sombrero de Paja, señalando al espadachín.
—¡Eso es lo que tú quieres!
—¡¡Reno!! ¡¡Ven aquí!! ¡¡Reno!!
Ante la insistencia del pirata, Chopper finalmente apareció, mientras Nami y Vivi arrastraban a Sanji.
—¡Vamos! ¡Seamos piratas juntos! ¿Qué dices?
—Es imposible.
—¡No es imposible! ¡Es divertido!
—¿Adónde llevan a Sanji? —preguntó la apostadora, acercándose con una sonrisa burlona.
—Verás... soy un reno. Tengo cuernos, pezuñas y una nariz azul. Me gustaría ser un pirata, pero... no puedo ser compañero de un humano. ¡Soy un monstruo! Alguien como yo no puede ser su nakama. Así que... quiero agradecerles por la invitación...
—¡¡Cállate!!
Chopper rompió en llanto tras esas palabras, mientras la apostadora cargaba a Sanji sobre su hombro izquierdo, acercándose a Zoro con una sonrisa, mirando al pequeño reno.
—¿Haces que alguien se una a nosotros diciéndole que se calle? —murmuró el espadachín, confundido.
—Yo también soy un monstruo, y puedo asegurar que soy peor que tú, pues he cometido atrocidades —confesó, mirando su mano libre, sin arrepentimiento—. Además, comí una Fruta del Diablo; no soy normal, al igual que nuestro capitán cabeza hueca.
—_____-san —exclamó el pequeño, corriendo a abrazarla—. ¡Tú no eres un monstruo!
La joven dejó a Sanji en el suelo y se agachó—. Entonces tú tampoco lo eres, pero él sí.
El reno rió y asintió, corriendo a informar a la doctora sobre su partida, mientras Usopp abandonaba su muñeco de nieve.
—Iré a preparar todo para la partida, _____, ¿me ayudas?
—En un momento. Zoro, ¿puedes llevar a Sanji?
—Claro, no hay problema —respondió, sentado sobre la nieve.
—¡Yo también iré! —se entusiasmó Luffy.
Tras unos minutos, _____ terminó de acomodar todo, sonriendo al mentiroso para que avisara a los demás, lo cual hizo.
—¡Atención! ¡El teleférico está listo...! ¿Eh?
Luffy y su enamorada salieron para ver qué ocurría, encontrándose con la doctora corriendo hacia ellos, armada.

ESTÁS LEYENDO
❝𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝑷𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂❞ [𝘔𝘰𝘯𝘬𝘦𝘺 𝘋. 𝘓𝘶𝘧𝘧𝘺 𝘺 𝘵𝘶́]
أدب الهواة[TERMINADA / NO COMPLETA] (one piece es muy largo, ni en pedo la termino) De isla en isla vagué durante años, sin hallar nada que me hiciera vibrar, sin tener un propósito, un sueño, una razón de ser. Pensé que jugando y ganando a los demás podría l...