❝𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝑷𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂❞ [𝘔𝘰𝘯𝘬𝘦𝘺 𝘋. 𝘓𝘶𝘧𝘧𝘺 𝘺 𝘵𝘶́]

019

¡Fin del reinado!
¡La bandera de la creencia vive para siempre!

La visibilidad de ambos se veía obstaculizada por la densa nieve, haciendo imposible distinguir lo que se encontraba a pocos pasos de distancia. En medio de este blanco deslumbrante, una voz misteriosa resonó.

—¡Oigan, insolentes! ¡¿Cómo se atreven a insultarme de esa manera?! ¡Voy a darles su merecido!

—No tenemos tiempo para ustedes —respondió _____, luchando por respirar.

—¡No pienso moverme! Parece que los que llevan están a punto de colapsar.

Ignorando al dueño del animal, ambos comenzaron a rodearlo, provocando su ira. En respuesta, proclamó una nueva ley.

«Aquel que ignore al Rey será ejecutado de inmediato»

_____ dejó el cuerpo de Sanji a su capitán y se preparó para enfrentar a los dos, a pesar de sus heridas.

—¡Luffy, esquiva los golpes! —ordenó, interceptando una flecha dirigida a él. Con una sonrisa dolorida, utilizó su habilidad para devolver la flecha a Wapol, quien la devoró.

—Qué cobarde, deja a una mujer peleando sola —comentó el arquero, lanzando tres flechas más. _____ detuvo las flechas con su habilidad y las devolvió con su energía elástica.

—¡_____! ¡¿Puedes con ellos?! —gritó Luffy, deteniéndose para mirarla. Una de las flechas había rozado su antigua herida, lo que lo enfureció aún más. Pero no podía hacer nada, necesitaba salvar a sus amigos.

—¡Solo corre, deja de preocuparte por mí por un momento! —ordenó _____, evitando que Luffy fuera devorado por Wapol.

—¡Esta es una batalla en la nieve! El camuflaje blanco ¡Maquillaje con nieve!

—Como están tan débiles, morirán con un solo disparo.

—¡¡Jaque mate!!

Una sonrisa se dibujó en el rostro de _____. —Yo diría, fin del juego —exclamó, lanzando dos de sus cartas explosivas que dejaron a sus oponentes tendidos en la nieve. A punto de caer, sintió dos manos peludas que la sostenían. Eran los conejos de antes, incluyendo al más joven, que la abrazó para darle calor.

—¡Muchas gracias! ¡Nos salvaron! —gritó Luffy, sonriente. _____ se puso de pie, quitó la flecha de su brazo y sonrió.

—Gracias.

A pesar de la tormenta de nieve, _____ sentía un frío intenso. Sin embargo, su dolor había disminuido. La nieve servía como un anestésico natural para su hombro, aliviando notablemente el dolor.

Lo que realmente le dolía a _____ era ver a Luffy haciendo todo lo posible para encontrar un médico, incluso lastimándose los dedos mientras subía la torre con su amiga.

Después de un viaje doloroso, llegaron a la cima. Luffy cayó inconsciente en la nieve, que comenzó a deslizarse. _____ lo agarró rápidamente y lo arrastró a un lugar seguro. Sentía su sangre en sus manos y se sentía impotente y molesta por dejar que él terminara en esas condiciones.

Sintió a alguien detrás de ella y se volvió para ver a un reno gigante mirándola seriamente. Era la segunda vez que alguien la veía llorar de esa manera. No pudo soportar ver a su capitán en esas condiciones y se arrodilló, sin bajar la cabeza.

—Por favor, necesitamos un médico —suplicó entre lágrimas, sosteniendo a Luffy, permitiendo que cada lágrima se mezclara con la sangre de su amigo.

Asintiendo con determinación, él cargó a los amigos de la chica, notando cómo _____ se desplomaba en la nieve, inconsciente por el exceso de esfuerzo. Los llevó adentro para recibir atención de una anciana que, a pesar de su apariencia juvenil, mostraba la sabiduría de su edad. Se sorprendió al ver cómo las heridas del hombre de goma se curaban gracias a una energía misteriosa, propiedad de _____.