❝𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝑷𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂❞ [𝘔𝘰𝘯𝘬𝘦𝘺 𝘋. 𝘓𝘶𝘧𝘧𝘺 𝘺 𝘵𝘶́]

026

¡Lluvia cae en Arabasta!
¡Adiós princesa Vivi!

Con la delicadeza de quien maneja una preciosa carga, _____ depositó a Luffy sobre el verde manto del césped, permitiéndole un merecido descanso tras sanar su herida. Sin perder un segundo, se lanzó hacia las catacumbas, sus cartas danzando alrededor de su figura como un enjambre protector.

Al adentrarse en las profundidades, descubrió un pasaje secreto que la llevó ante la presencia del rey y Robin, ambos heridos, y Crocodile, cuyo garfio destilaba sangre.

—Crocodile —la palabra salió de sus labios como un susurro cargado de ira.

—Así que sobreviviste —Crocodile sonrió con arrogancia—. Pero aquí será tu tumba, junto a ellos.

El temblor del lugar era una amenaza latente, pero para _____, solo existía un objetivo: acabar con el Shichibukai. Se abalanzó hacia Robin, recogiendo agua del suelo, y con un puño listo para golpear, se enfrentó a su enemigo.

—Me tomó mucho tiempo llegar hasta aquí... ¡Pero al fin ha llegado la hora de terminar con todo esto! ¡Estas tierras son mías!

Con un golpe certero, hizo que Crocodile escupiera sangre, pero él, lejos de rendirse, reapareció detrás de ella, reabriendo su herida. A pesar del dolor que la consumía, _____ encontró la fuerza para atacar de nuevo.

—¡______! —Luffy irrumpió a través de una pared, su rostro marcado por la preocupación y la fatiga—. ¿Por qué no me esperaste?

Crocodile, furioso, lanzó a _____ a un lado, haciéndola toser sangre.—¡Estas acorralado, cocodrilo! —anunció ella.

—¿Cómo es que sigues vivo? ¡¿Por qué te levantas a enfrentarme cada vez que te mato?! ¡¿Eh?! ¡¿Sombrero de Paja?! ¡¿Cuantas veces tengo que matarte para que estés satisfecho?!

—Porque aún no has devuelto lo que robaste...

—¿Lo que robé? ¿Dinero? ¿Fama? ¿Confianza? ¿Vida? ¡¿Lluvia?!

—¿El aire? ¿La luna? ¿El sol? ¿Un insecto? ¿Una mosca? —se burló _____, poniéndose de pie—. No te hagas el idiota, Crocodile

—Maldita... ¿Aún no has muerto?

—...El país —interrumpió Luffy.

—¿El país? Que cosa más curiosa has dicho ¡A partir de ahora este país es mío! ¡Me convertiré en el rey de esta tierra y la gobernaré!

Sin dar tiempo a más palabras, _____ lanzó un aluvión de cartas hacia Crocodile, sorprendiéndolo al notar como logró hacerle daño.

—¿Cómo...? ¡¿Cómo es que...?! 

Una sonrisa triunfal se dibujó en el rostro de _____, quien no había cerrado su herida, sino que usaba su sangre como arma.

—La sangre endurece la arena también ¿No? —añadió Luffy, golpeándolo con fuerza.

El santuario se desmoronaba, y la sangre de los tres combatientes se mezclaba con el sudor de la batalla. Era una lucha sin cuartel, una pelea a muerte.

—¡El veneno ya a entrado por tus heridas! ——anunció Crocodile, viendo cómo Luffy tambaleaba—. Tu cuerpo está entumecido ¿Verdad? ¡Ya sea que ganen o pierdan, terminarán enterrados en este santuario!

—¡¡Cállate!! —exclamó _____, harta de sus palabras— ¡¡Lo único para lo que sirves es parlotear!! ¡¡Cállate por una sola vez!! ¡¿No comprendes?! ¡¡Incluso si morimos te perseguiré hasta el mismo infierno!!