Dicen que para poder contar una historia bien tienes que empezar desde el principio, tampoco voy a empezar tan lejos, y es que para mí la escuela siempre fue el peor sitio de mi miserable vida, desde la primaria se me hacía difícil hacer amigos, quizás era porque nunca conviví con alguien que no fuera mi mamá, mi abuela, mi papá, mis primos y tíos, nunca tuve un amigo cercano, alguien en quien confiar, entonces al llegar a la escuela era otra cosa, era como si estar rodeado de tantas personas me incomodaba, o quizás el ambiente siempre era así.
Me presento, Albert, esta vez quiero contarles un poco de mi historia, de por qué estoy aquí, quizás escribiendo encontraba un amigo, entonces comencé a escribir, pero ya había salido de primaria y había llegado a secundaria, el liceo le decimos en Venezuela, un mundo en donde mueres, o vives lo poco que te queda entre cuadernos y tareas.
Fue entonces cuando decidí hacer mis primeros amigos, solo éramos tres en primer año, Yhan franco y eros, no iba a ningún lado sin ellos, se volvieron mis mejores amigos, entonces llegó segundo año, todo cambió, ya no estaba con ellos dos, me había separado por completo de ellos, y con ellos se estropeó gran parte de mi corazón. Comenzando el nuevo año de clases terminé con mi novia, otra cosa que hizo añicos mi corazón o lo que quedaba de él, ya no podía creer en nadie, lo que daba lo destruían y me sentía mal por eso, entonces caí en depresión, fue mi primera vez en el turno de la tarde, en donde conocí a un grupo de buenas personas que me enseñaron que la amistad podía superar muchas cosas, eran Yender, Ender, Yeison, Ángel, Elines, Valeria, Yosneudi, Rosgeliz y Eliani, pronto se sumarían nuevas personas como Anthuan y Yommy, pero aun así, no me fue muy bien, apenas estábamos iniciando el segundo semestre cuando me exiliaron del grupo, decían ellos ya no me querían cerca, algo que me partió por completo el alma, había entregado mis sentimientos, mi corazón, y jugaron con eso como si nada importara, como si yo no importara, pero entonces cayó la pandemia, clases a distancia por el coronavirus, nos veíamos muy poco, fuimos reconciliando nuestra amistad poco a poco, pero yo ya no era el mismo, había cambiado, se me había olvidado lo que era confiar en la gente.
Seguimos juntos hasta 4 año en donde nos separaron por completo, nuevamente en el turno de la tarde me vi obligado a familiarizarme con un ambiente algo familiar a lo que fue 1er año, pero era complicado, conocía a una persona: jean Gabriel, desde 1er año siempre fue un creído, pero en ese momento me vi obligado a tratar con el si quería sobrevivir a ese momento. Nunca tratamos, estuve solo, caminando solo, no quería entregar mis sentimientos a ninguna persona debido al miedo a que jugaran con ellos, no quería entregar mi amistad, tenía miedo a que jugaran con ella, conocí a Josué, el siempre me consideró especial, yo no lo podía considerar igual debido a que había perdido completa confianza en los seres humanos, me vi rodeado por las dudas y el miedo, entonces mi grupo de personas se fue expandiendo, conocí más gente, miguel, Anthony, Carmen, Frank; Formé parte de un nuevo grupo, pero seguía sin entregar mi plena confianza a lo que de verdad ellos sentían, o decían ellos sentir por mí, pero mi mundo se vio invadido por una persona que estaba dispuesta a conocerme, a sacarme de mis dudas, y hacerme ver que podía encontrar la confianza y la amistad nuevamente.
Aunque esa persona se convertiría en mi perdición, en mi verdadero infierno, llevándome nuevamente a la depresión luego de entregarle mi confianza, pero me dejaría con una cosa: enamorado, enamorado del, de su rostro y su cabello, de sus labios y su personalidad. Esto terminaría en mi perdición. Esta es mi historia.
Basada en hechos reales...
ESTÁS LEYENDO
¿Te conozco?✓[¿Por Qué Nos Obsesionamos Con Lo Imposible?]©
Teen FictionEse chico era mi perdición, porque entre su espeso cabello rizado y su sonrisa que enamoraba hizo que además de obsesionarme me enamorara de su personalidad, no era lo mismo sin el, había pasado de querer una amistad, a querer una obsesión, de obses...