Al terminar navidad me dirigí nuevamente al Juan José Mendoza, pero antes de comenzar las clases pasamos por varios procesos de cambios, uno de ellos fue la reducción de nuestro horario de clases, ya que no estaríamos asistiendo cinco días a la semana, si no que iríamos solo tres, mientras que otros cursos solo irían dos. A mí me tocaba asistir lunes, martes y jueves, si antes el liceo me aburría ahora todavía más, y lamentablemente, se cortaría el tiempo al lado de él, del chico del que quería ganar su amistad.
Día lunes, volvimos a las aulas, con el mismo método del primer y segundo grupo pero ahora con el simple hecho de que serán tres días a la semana mi asistencia al liceo.
Llegué, me sentía muy mal, mareado, con fiebre, pasé al patio trasero del Juan José Mendoza para encontrar a mi grupo actual de amigos y compañeros reunidos. A la distancia miguel alza sus brazos, Josué también, mi sonrisa espontanea se acrecentó lástima que no se podía ver debido al cubre bocas. Comencé saludando a Carmen, luego a miguel, luego a Josué y a los que estaban allí presentes.
A Frank lo habían cambiado al primer grupo, no lo volvería a ver justo cuando le comenzaba a agarrar afecto, y en lugar de Frank había llegado alguien más, de nombre Jesús, callado, pero igual podía ver toda su vida, como un libro abierto, apenado, pero con mucha flojera, no le gustaba recibir órdenes, y mucho menos que jugaran bromas pesadas con él, era el típico chico callado pero impulsivo del cual no te querías hacer amigo, y mi mirada de reproche hacia él fue instantánea.
—te estaba llamando pero no respondías—me dijo Carmen mirándome de forma extraña, como si mi manera de no responder las llamadas le molestara.
—sorry, no respondo llamadas a nadie—respondí—y también me siento mal a sí que Sh—le hice señas de hacer silencio
Había alguien más, movida del 1er grupo hacia acá, Yoexandra, la conocía desde segundo año, miguel prácticamente desde siempre, era la misma relación que yo llevaba con mi hija Yosneudi, a la cual conocía desde 6to grado. Pero mi mirada se centró en otro chico, que también había sido movido del primer grupo, Jesús, se llamaba Jesús, un chico un tanto misterioso, pero podía notar a lejos de que no trataba con los de nuestra clase, y con eso me refiero a que era un chico que no soportaba niñeces, podía notar una vida de preocupaciones en su hogar, un padre que no lo comprendía y vivía asfixiado en un mundo en donde tenía que ser lo que su familia quisiera, no era libre, y todo eso lo convirtió en alguien que vivía solo para estar mal, por eso no podía estar cerca de nosotros, porque no se sentía en su ambiente, se sentía igual que en su casa, con su familia.
—me cae bien el nuevo, habla tanto que me aturde—dije de forma sarcástica
Todos rieron, en especial Josué, quien siempre se reía de todo lo que yo decía por algún extraño motivo.
—Vamos pa ya adelante para ver si llegó la profesora de f.s.n—propuso Carmen
—Yo voy, y les aviso—dijo Anthony levantando su mano para dirigirse más adelante de todos
—por algo no confío en tus avisos, prefiero ir yo mismo—respondí jalando a miguel conmigo
—Ya va, ¿no ibas a ir tu?—me preguntó extrañado mirándome por la forma en que lo jalaba conmigo
—pues sí, pero tú me vas a acompañar, o mejor vamos todos y lo arreglamos de una—dije de forma rápida que entender mis palabras fue un tanto difícil
—Dale pues, vámonos—dijo Carmen dirigiéndose hacia donde estaba yo.
—estoy comenzando a extrañar al pobre de Frank—comenté a todos los que estábamos presentes en la caminata hacia la entrada del Juan José
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¿Te conozco?✓[¿Por Qué Nos Obsesionamos Con Lo Imposible?]©
Roman pour AdolescentsEse chico era mi perdición, porque entre su espeso cabello rizado y su sonrisa que enamoraba hizo que además de obsesionarme me enamorara de su personalidad, no era lo mismo sin el, había pasado de querer una amistad, a querer una obsesión, de obses...