Demonios liberados 2/9

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-ay un nuevo sospechoso en el caso

Las palabras del detective causaban un revuelo en mis emociones cada vez que salían de su boca, me seguía haciendo muy difícil digerir la noticia, la situación, ni la presencia de nuestros padres daba tanto miedo como el recuerdo de lo que había sucedido.

Yo no quería que esto terminara así.

No quería.

Todos nos pusimos de pie interrumpiendo el momento de descanso en los asientos de aquel centro de investigación del CICPC, todos estábamos muy asustados, nerviosos. ¿Cómo no estarlo si acababa de morir un amigo?

-Señor Montiel, ¿nos puede decir en donde está el señor Josué Sánchez?-el detective se inclinó un poco para poder poner su mirada frente a frente a la mía, me daba miedo su sonrisa, trataba de parecer el policía bueno, cuando simplemente quería provocar miedo entre todos nosotros.

-No sé en donde está, lo dejé de ver una hora antes del asesinato, no sé nada-respondí con miedo ante su presencia

El detective bajó su sonrisa, suspiró y entonces se volvió a erguir, miró a todos los que estábamos presentes en esa sala.

-quiero que los separen a todos, cada uno en una zona diferente de la delegación, son peligrosos si están juntos-dijo el detective para volver a entrar en el largo pasillo de oficinas que estaba frente a nosotros.

Logré apreciar su mano, y en ella llevaba algo, un objeto que estaba dentro de una bolsa de plástico, y reconocía perfectamente aquel objeto: un teléfono, pero solo uno de nosotros, solo uno de este grupo tenía ese teléfono, ya que lo había conseguido el día de la piscina en parque mar, era un redmi 8 con forro negro y la pantalla estaba muy estrellada, bañada en sangre: era el teléfono de miguel.

...

Aquella mañana me estaba alistando para salir a la residencia de Josué en donde se supone tendríamos un día de piscina, un día para relajarnos, solo había un problema, él y armando se llevaban muy bien, yo con armando por otro lado no compaginaba mucho aunque tampoco me caía mal, simplemente no lo toleraba como él a mí tampoco me toleraba, y por otro lado también iría Yoexandra, con la cual había tenido una discusión a causa de mi libro.

Ese día era para encontrarme con todos mis enemigos, pero no podía decirle nada a Josué, esos eran sus amigos, y que yo no me llevara bien con ellos, no era culpa de él, a si que tenía que tolerar solo por Josué, solo por ese momento, además iría Anthony, tendría un buen motivo para reír y relajarme un rato.

Me alisté, Salí, al salir de la puerta principal de mi edificio los fuertes rayos del sol golpearon contra mí, y contra mi cuerpo, el cual no toleraba la más mínima señal de calor, la quimioterapia seguía siendo un problema en ese punto.

Pero me acerqué lo más rápido posible a la parada para evitar el contacto directo con el sol, y me paré debajo de la sombra de un árbol para esperar el transporte público, el cual no debería de tardar en llegar, y dicho y hecho, no tardo mucho, lo abordé y me puse rumbo a la residencia de Josué.

Solo esperaba todo saliera bien.

Al llegar a tanaguarenas me tuve que bajar en lo que todos llamamos playa escondida para de esa forma poder ubicar con precisión la residencia de mi amigo, la cual podía sobre salir a la altura de la parada en donde yo estaba.

Suspiré.

Tenía que caminar, pero mi cerebro no enviaba la señal necesaria para poner rumbo a esa zona, estaba totalmente decidido a caminar, pero no quería, tenía miedo, ansiedad, de que cuando llegara a la piscina de Josué me encontrara con el pasado, con esos rostros, y que sus miradas golpearan contra la mía era algo que me aterraba.

¿Te conozco?✓[¿Por Qué Nos Obsesionamos Con Lo Imposible?]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora