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nota del escritor: sé muy bien lo muy difícil que es tolerar un mal final, aunque ni un tan mal final, sino que simplemente no termine en el típico «vivieron felices para siempre». Simplemente tenemos que adaptarnos que la vida real no es una película de Disney, pero entiendo a la perfección lo que todos esperan, ya que muchos si esperaban que me separara de ese chico, del chico que me había hecho tanto daño al momento de separarme de él, pues nunca pensé que él sería capaz de alejarme por otras personas, pero aquí les dejo un final con el cual simplemente podrán sentirse mas cómodos algunos, no es un final de ficción total, porque tengo que decirles que en mi sueño sí que se vio muy real.
El canto del amor
Luego de tanto sufrimiento había decidido descansar, quería alejarme de ese chico, quería tener que dejar de depender de sus sentimientos, ¿pero cómo me alejaba de quien no quería?
— ¿hola bro que haces?
Y al sonar mi teléfono ese fue el mensaje que recibí, de su persona, en whatsapp, y es que después de tanto tiempo sin dirigirme la palabra por alejarme y distanciarme por otras personas él había tomado la iniciativa de escribirme.
Dicen que quien habla primero es porque realmente quiere reconciliarse con la otra persona, pero al recibir ese mensaje me sentía súper extraño, mis sentimientos se revolvieron nuevamente, ¿Qué me estaba pasando?
— ¿Qué quieres?—pregunté nuevamente de forma fría, de forma que se diera cuenta que estaba molesto con su persona
—puedo notar tu tono fuerte de tratarme—soltó—pero quiero hablar contigo, en persona, sobre lo que nos está pasando—dijo
¿Nos está?, ¿acaso a él le pasaba lo mismo que a mí?
No quería caer nuevamente en la trampa obsesiva de la que quería realmente salir, pero luego de pensarlo bien simplemente tenía que citarlo.
—bueno, ¿te parece mañana?, nos vemos en la playa
La playa, ese era el único sitio que aun no había compartido con él, y si tenía que alejarme de él, me alejaría una vez que hubiera compartido ese momento.
— ¿La de tu edificio?—preguntó con curiosidad
—no, la de mi edificio no—no quería una playa cerca de personas que lo conocían, a si que pensé en la playa solitaria que estaba cerca del paseo de macuto—vamos para la playa que está entrando en el paseo de macuto, te espero sentado en el malecón
—bueno, vale, nos vemos a las cinco
Las cinco de la tarde era una hora en la que podías ver el sol bajando lentamente por cada una de sus etapas, para darle de esa forma entrada al lucero de la noche: la luna.
Pasó el día, había llegado el momento, y al dirigirme al malecón esperé, esperé por su llegada, sentado mirando y escuchando el ir y venir de aquellas olas que me producían tanta tranquilidad, era un momento para pensar en lo que estaba por pasar.
— ¿Te gusta escuchar el mar verdad?—preguntó una vez que llegó sin darme cuenta
Tenía sus manos en los bolsillos, vestía unos shorts rojos y una franelilla blanca, con sus típicos zapatos retro 4.
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¿Te conozco?✓[¿Por Qué Nos Obsesionamos Con Lo Imposible?]©
Teen FictionEse chico era mi perdición, porque entre su espeso cabello rizado y su sonrisa que enamoraba hizo que además de obsesionarme me enamorara de su personalidad, no era lo mismo sin el, había pasado de querer una amistad, a querer una obsesión, de obses...