el único que se preocupa por mí

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Al llegar un nuevo lunes estaba dispuesto a remediar lo que había roto, pero alguien en especial se acercó a mí en esos tiempos: Anthony.

Llegué al liceo como de costumbre, entré al salón y me recibieron todos, los cuales se quedaron mirándome por un tiempo, me di cuenta de que miguel tenía algún extraño fastidio en la pierna, ¿Qué le había pasado?

— ¿Se puede saber que te paso a ti?—pregunté al chico de rizos

—vaya, pero si habla el señor—dijo Carmen refiriéndose a los 389 mensajes sin leer que me había enviado

Yo la miré, ella sabía lo que significaba esa mirada, pero no se volvió, fui yo el que se volvió y le preguntó a miguel nuevamente:

— ¿Qué te paso?

—Me caí por las escaleras de mi casa—respondió mirándome y luego agachando su cabeza

—Mano nunca fuimos para la playa—dijo armando irrumpiendo en la zona donde estábamos reunidos

Yo me recosté de mi pupitre y cerré los ojos, ellos sabían que no quería tocar ese tema.

—Yo estaba ocupada—dijo Carmen

—Yo me había caído ese mismo día—respondió miguel

—yo tuve que subir para caracas—continuó Josué

—El único pendejo que fue para la playa fui yo—dijo Anthony

—bueno, ¿y tu Albert?—preguntó a mi persona

—Estaba jugando beisbol en la cancha de mi edificio—respondí levantándome y mirando a armando

— ¿No que tenias quimioterapia?—preguntó miguel en tono alto a mi persona

—yo decido lo que hago con mi tiempo, con mi vida, conmigo, lo siento si te dije eso, era para que no fueras a mi casa—le respondí a miguel

— ¿Entonces mentiste, nos ocultaste todo este tiempo eso?—preguntó Carmen un tanto asombrada

— ¿Quieres hablar de mentir y ocultar?—tiré mi indirecta

Quería remediar todo, pero era difícil cuando al verlos podía recordar todo lo que había pasado, nuevamente se estaba repitiendo, personas que no confiaban en mí y que ahora yo no podía confiar en ellas, así de simple era mi vida.

¿Qué por qué era así?, pues quizás las circunstancias de la vida te ponen así, mi primer y más grande amor, la mujer que conquistó mi corazón me había dejado por otro carajo el cual terminó viniendo a llorarme a mi cuando ella lo dejo a él. Mis amigos del alma me traicionaron. Otros amigos se burlaban. Y en secundaria me despreciaron.

Suficientes motivos para matar a uno, dos, tres y hasta mas sentimientos, pero mi problema era que me encariñaba muy rápido con las personas, tanto que podía llegar a entregar mi sentimiento más grande y no lo demostraba, nadie se daba cuenta, y podían llegar a pensar que yo tenía falta de interés en las personas.

—Bueno, ya, otro día vamos para la playa y punto, dejen el peo—interrumpió Carmen

Yo me di media vuelta y Salí del salón, así nada más, me fui, no quería saber nada de ninguno hasta que no pasara, no cesara nuevamente la ira que tenia por dentro, y antes que me consumara por completo quería alejarme de ellos.

— ¿Te molestaste por lo que paso?—llegó Anthony a las escaleras en donde yo estaba sentado

—deja de ver entai Anthony—le dije sin levantar mi mirada del suelo

Sabía que todos me estaban mirando desde dentro del salón, miraban mi conversación con Anthony, pero en realidad les presté nula atención.

—no queríamos que te murieras en la playa loco, tu estas mal—me dijo como tratando de decirme lo que sentía

¿Te conozco?✓[¿Por Qué Nos Obsesionamos Con Lo Imposible?]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora