Que palabras tan simples que esconden un profundo secreto, pues muchos lo dicen porque las verdades que te preguntan sabes que no las respondes con sinceridad o los retos que te ponen muchas veces los cumples con un secreto hacia la persona que te retaron.
Y es que ese juego en Venezuela era muy distinto a lo que todos conocemos.
Mientras en otros lugares los retos podían ser: caminar por el borde de un puente, cruzar una calle con los ojos vendados o en algunos casos besar a alguien. Aquí en Venezuela eran únicamente besos, latazos, agarraderas de nalgas, tocaduras y demás.
Pues ese día lunes me di cuenta que el nuevo grupo de chicos tomó un rumbo diferente, yo estaba igual en el liceo resolviendo unos asuntos de la campaña del bullying, pero me despedí de Josué, ya que mi tía, la profesora de g.h.c no llegaría ese día a dar clases.
Josué siguió su camino, en realidad se fue junto con yeremi y Carmen, yeremi tenía un juego de futbol importante, Josué lo iba a acompañar, Carmen simplemente iba por esas zonas a sí que se fue con ellos.
Yo por otro lado fui a la casa de un compañero a buscar unos documentos y luego de eso me dirigí a la parada, pero en mi camino hacia la parada mi mirada se detuvo en un grupo de chicos, sentados alrededor de una piedra, todos riendo y mirando un teléfono.
Mi mirada logró enfocar a la mayoría: Miguel, armando, Anthony, Edwin, Omar, Daniela, Yoexandra y anyari, pero sus miradas al momento de ver que me acercaba fueron instantáneas.
No quería acercarme a saludar, pero no quería que pensaran otra cosa, a si que decidí saludar.
— ¿Quieres jugar Albert?—preguntó armando
— ¿Jugar?, ¿a qué?—pregunté riendo un poco
—verdad o reto—respondió Omar
Al ver el teléfono de Miguel logré ver que estaba puesto un juego al azar en donde le estaban cambiando los participantes y varios retos.
—bueno, vale, pero que no se les ocurran ideas fantásticas—y con ideas fantásticas me refería a los típicos retos que nos encantaba colocar a los adolescentes.
—fuego, añade hay a Albert—dijo Daniela a Miguel
Inclinándome un poco para ver logré apreciar que todos estaban jugando menos anyari.
—Omar, da un beso con delicadeza en la mano de Yoexandra—dijo el dispositivo
Bueno, los retos no eran tan fuertes, en realidad estábamos empezando muy suave para la forma en la que habían puesto el modo de juego.
—Albert, quítate las dos prendas que quieras—dijo el dispositivo
¿Dos prendas?
Joder de alguna manera iba a quedar desnudo, a si que decidí ser inteligente: el bolso y la franela, quedé en camiseta por dos rondas y luego volví a colocármela.
—armando dibuja un pene en el hombro de Daniela—dijo el dispositivo
Las risas fueron incontrolables, en realidad si provocó riza que un dispositivo fuera tan inteligente de esa forma, al revisar los retos por un minuto me di cuenta de que no habían añadido ni cambiado ninguno, todos eran pre-terminados del juego.
Luego de un rato, muchos se aburrieron, yo incluido, pero no terminaron el juego, simplemente lo que hicieron fue cambiar todo, sacaron a todas la mujeres del juego, incluida Daniela, en ese momento Omar cambió el género de Miguel y Anthony, pues en el juego podías colocar quien era mujer y quien no, a si que Miguel y Anthony serian las mujeres de reemplazo para el juego.
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¿Te conozco?✓[¿Por Qué Nos Obsesionamos Con Lo Imposible?]©
Roman pour AdolescentsEse chico era mi perdición, porque entre su espeso cabello rizado y su sonrisa que enamoraba hizo que además de obsesionarme me enamorara de su personalidad, no era lo mismo sin el, había pasado de querer una amistad, a querer una obsesión, de obses...