Luego de pasar una semana entera luchando por sobrevivir volví al liceo, esta vez volví al liceo con un solo objetivo: descubrir que sentía Miguel por mí, que pasaba por su mente cuando él me veía.
Entré por el portón principal del liceo me encontré con todos los que una vez habían asistido al hotel Miramar, sinceramente aun no tragaba la idea de compartir con ellos, pero igual trataba de mantener la cordura, la disciplina, trataba de que nadie notara mi molestia, mi fastidio, pero ya alguien se estaba dando cuenta: Carmen.
— ¿Cómo estás?—me preguntó Carmen al llegar
Me saludó como de costumbre, el típico beso en la mejilla, los demás estrecharon mi mano, pero faltaba alguien: Miguel, ¿Dónde estaba?, normalmente siempre estaba primero que yo en el liceo.
Mi objetivo de ver a ese chico era simplemente de averiguar lo que pasaba por su mente cada vez que me miraba, averiguar los verdaderos sentimientos de Miguel noguera hacia mi persona.
—mano ¿Qué clase tenemos horita?—preguntó Jean Gabriel
—química con Carlos darías— respondí a su pregunta
—ese profesor es frentón mano, bueno es profesor de química, física y matemática, a nadie le caben tantas cosas en el cerebro—dijo Armando cómicamente
—De pana marico—respondió Jean Gabriel
— ¿Dónde está Miguel?—preguntó Josué mirando a Carmen
—el me escribió dijo que iba a llegar tarde porque estaba llegando el agua en su casa—respondió Carmen
—Bueno, en realidad no hace ni falta—dije yo
— ¿Es verdad que querías dejar el tratamiento?—preguntó Carmen girando en sentido hacia mi
—si, en realidad ya me cansé de seguir con esta mierda y lo único que hace es ponerme peor que antes—respondí con la mirada en el vacío
—Tu si eres loco vale, ¿Cómo tu vas a dejar el tratamiento?, ¿te quieres morir?—continuó con su sermón
—Anthony deja de ver entai—dije evadiendo las palabras de Carmen
No me gustaba que me reclamaran por mis acciones cuando en realidad les importó una mierda como me sentía en el hotel Miramar, cuando ninguno de ellos sabía que tenía unos exámenes y falté solamente por mostrarles lo que era ese hotel, ese lugar, por mostrarles el castillete, y ninguno prestó atención o si quiera dijeron gracias por ayudarlos a encontrar un sitio histórico lo más cercano a sus casas.
—ay perdón Justin biber—respondió Anthony a mi comentario anterior
—cálmate tu Carmen, yo me muero cuando se muera Anthony—giré mi cabeza hacia Carmen la cual no había dejado de mirarme buscando respuesta
—manito tienes que cuidarte, eso que tú tienes no es juego—dijo Josué
—yo sé que no es juego, pero ninguno de ustedes sabe la realidad de vivir con mil y un secretos y después de eso llegar a una sala de quimioterapia y que te metan intravenosa por más de seis horas—reclamé de forma rápida.
—Ya pues, pero si quieres vivir deberías cuidarte—dijo Carmen
En realidad no quería vivir por mí, ya la vida me valía verga, sinceramente había perdido muchos amigos, en ellos no encontraba a un amigo de verdad, al menos hasta la fecha, pero lo único que realmente me mantenía en este mundo era seguir al lado de ese chico que me provocaba sentimientos y emociones nuevas.
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¿Te conozco?✓[¿Por Qué Nos Obsesionamos Con Lo Imposible?]©
Dla nastolatkówEse chico era mi perdición, porque entre su espeso cabello rizado y su sonrisa que enamoraba hizo que además de obsesionarme me enamorara de su personalidad, no era lo mismo sin el, había pasado de querer una amistad, a querer una obsesión, de obses...