- Vamos, con más fuerza.
- ¡Ahhh!
- Tú puedes, solo es un poco más.
- ¡Ahhh!
- ¡Vamos, puja! ¡¡¡Puja!!!
- ¡¡¡Ahhh!!!
- ¡Ya casi esta!
- ¡Vamos papá, puja más fuerte!
- ¡¡¡En vez de darme ánimos ayúdenme a empujar!!!
En ese momento el niño y la embarazada de prominente estomago se miraron extrañados, como si aquellas palabras careciesen de significado lógico dichas por el peliblanco quien ya tenía la totalidad de su rostro enrojecido mientras movía el ultimo de los nuevos muebles en la habitación del niño, ahora acomodada para la vivencia de dos personas.
Paige solo negó con la cabeza aquellas palabras mientras Lemuel observaba con una pequeña risa esbozándose en su boca.
- ¿Quieres que una embarazada empuje un mueble pesado? Ya no hay caballerosidad.
- ¡¡¡Que caballerosidad ni que nada, no me ayudaron en nada hoy!!!
- Pero papá, yo estoy chiquito y tu me dijiste que los que estamos chiquitos no podemos hacer esas cosas.
- Y en eso tiene mucha razón tu padre Lemy, imagínate se te cae algo o te golpearas.
- Claro, y papá también me dijo que hay que cuidar a mamá ya que esta en un estado delicado, más cuando mi hermanito está junto a mamá.
- ¡¡¡Pudieron ayudarme con... Ahhh... las cosas pe... que... ÑAAAAS!!!
Y con aquel ultimo impulso el peliblanco logro posicionar el último de los muebles en la posición que habían designado por consenso grupal, apoyándose este mientras intentaba recuperar el aire perdido y gotas de sudor caían por el pelaje de su barbilla y nariz.
- Ah... Ah... no se supone... ah... ah... que lo hiciera... ah... ah... solo.
- Cariño, creo que deberías de hacer algo más de ejercicio.
- Soy un simple... ah... ah... banquero, no me... ah... ah... pidas eso.
- No pongas de excusa tu trabajo de escritorio con tu condición física.
- Si papá, podrías ser más como la tía Lynn.
Aun cuando estaba cansado y seguía luchando contra las bocanadas de aire que su cuerpo le pedía Lincoln bajo la mirada y observo la diminuta zona húmeda que se había producido en la alfombra culpa de su sudor, enfocándose en esta mientras las gotas seguían cayendo cada pocos momentos.
Era una situación cuanto menos curiosa, Lynn fue la primera de sus hermanas a las que comento que iba a ser padre "otra vez", notando la reacción eufórica de esta en un impulso de alegría que se contagio incluso a contarle a Luan, pues esta al ya estar enterada de su ubicación no valía la pena ocultarlo, también intento comentarles a sus dos hermanas menores, las cuales seguían sin responder ninguno de sus mensajes.
Estaba preocupado por estas, pero según Lynn ambas estaban bien, solo que tenían sus propios serios problemas de los cuales lo mejor que podía hacer era mantenerse lejos, algo que, si bien una parte de él agradecía después del temor que le produjo el hecho de filtrar información suya a "su familia", el resto de su ser quería estar cerca de aquellas muchachas a las cuales aún guardaba un gran afecto.
Pero su mente estaba enfocada precisamente en aquella dualidad de Lynn que no lograba comprender, verla tan feliz un día, tan misteriosa en otro, llena de secretos e intentando apartarle de su vida mientras había ocasiones que bastaba con una llamada casual para tenerla en la puerta de su hogar con alguna botella de una bebida alcohólica y una enorme sonrisa boba exigiendo su atención en una velada agradable.
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Otra historia más
FanfictionEs simplemente otra historia más. Sucesos de alguien simple en un mundo lleno de maravillas y gente talentosa, buscando su lugar en el mundo. Sucesos que no siempre llevan a lo que uno desea... ni como uno lo desea.