Capitulo 26

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Al despertar sentía su cabeza pesada, después de la llamada de Lisa termino por tomar una de las latas de cerveza dejadas de lado en post de disfrutar a sus hijos, la primera dio paso a una segunda y así hasta agotar su reserva, hacía mucho tiempo que no bebía esa cantidad y podía sentir como su cabeza quería explotar, algo que Lemuel pudo notar en su expresión perdida cuando intento despertarle después de encontrarlo tirado en el suelo fuera de la tienda.

- ¿Papá?

- (Cansado) ¿Qué?

- (Preocupado) ¿Estás bien?

- Lo estoy, lo estoy, es solo que había perdido la costumbre.

Lemuel observo las múltiples latas que rodeaban el cuerpo del adulto, conocía bien a esa persona para saber que algo no andaba bien.

- No me parece que realmente lo estés, ayer te veías feliz, bastante después de tanto tiempo.

- Son problemas míos Lemy, no te preocupes por esas cosas.

El tono serio y la expresión pétrea volvieron a su persona, casi como si hubiera dado un paso atrás después de ese agradable día, aquello hirió su corazón, no podía negarlo, por lo que tomo una bolsa y comenzó a recoger las latas vacías, si su padre no quería hablar o no quería avanzar era algo con lo que podía lidiar, lo había hecho por mucho tiempo, pero su hermanito había quedado muy ilusionado con ver a su padre demostrando sentimientos, sabía que tenía un sueño pesado y tendría ese tiempo para arreglar la escena, pero mientras tomaba otra de las latas su mano fue sostenida por la de Lincoln, quien le miraba con una expresión decaída.

- Perdón hijo, no debí responder de forma tan seca, déjame ayudarte con eso.

Mientras ambos comenzaban a recoger el pequeño desastre que había dejado el peliblanco durante la noche mantuvieron el silencio, Lincoln observaba detenidamente las cosas mientras pensaba en la razón de su descontrol nocturno, aquel mensaje casi críptico que había recibido de Lisa, de todo el tiempo que llevaban conversando era únicamente una relación por el beneficio de Lynn, hacia mucho tiempo que la castaña se había vuelto alguien sumamente difícil de llevar por sus cuadros depresivos o excesos de histeria, tenía momentos donde reforzaba sus creencias en talismanes como momentos donde podía estar al borde de ataques psicóticos, Lisa siempre comentaba que la monitoreaba, que suprimía lentamente las dosis para no crearle más trastornos, en el fondo él no le creía, siempre creyó que se mantenía como si de una niñera se tratase y que no tenía idea de como ayudar a Lynn, pero más temía que esta pudiese matarla o se matase si le quitaba lo que sea que le estuviese dando.

Varías veces le insistió en que la internase en un centro de adictos, pero Lisa siempre insistió en que podía solucionarlo, siempre con su ego de científica por sobre sus emociones.

Pero ahora el mensaje fue diferente, parecía que se había rendido, si eso era cierto... Lynn estando sola podría representar un peligro para ella y la gente a su alrededor.

Sin darse cuenta termino reventando con su agarre una pelota de plástico con la que habían jugado ayer en el agua.

- ¿Papá?

- Lem, ¿Tú crees que si cancelo estás vacaciones Logan me perdone?

La expresión del castaño se endureció mientras miraba la espalda del adulto.

- No deberías hacerlo, todo iba tan bien ayer, hoy puede ser otro gran día papá.

- En eso tienes razón, ayer fue un día realmente feliz.

Esa palabra, ese sentimiento.

- Papá. - Lemuel no dejo que Lincoln volviese a encerrarse en sus pensamientos, tirando de su camisa para obligarlo a voltearse. - Lo que sea que haya pasado anoche, ignóralo, por favor, no es el momento, estás aquí conmigo y Logan, se supone que hoy le dejarías hacer la fogata a él mientras contamos historias de miedo, ¿En serio te quieres perder eso por encerrarte otra vez en ti y alejarnos para no dañarnos?

Otra historia másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora