El cumpleaños de Logan siempre había sido una fecha complicada en el actual hogar Loud, siempre llenándose de un aire melancólico pese a las preparaciones festivas para el inocente miembro menor de aquella familia de 3 por lo que Lemy, desde que pudo demostrar la independencia suficiente, se encargo de evitar en todo lo posible para cambiar por aquella felicidad que debía representar el nacimiento de su hermanito.
Por ello mientras desayunaba se encontraba feliz, pensando como la noche anterior pudo ver a su hermanito alegre mientras soplaba las velas de su pastel mientras su padre se encontraba presente, si bien este, al igual que los cumpleaños pasados, no realizo grandes muestras de afecto, el solo hecho de ver como se acercaba a su hermanito y le deseaba un feliz cumpleaños junto a un abrazo fue suficiente para que el pequeño estuviese radiante de felicidad, razón por la que se sentía tan feliz.
Sentía que había cumplido con la petición de su hermanito y, adicionalmente, había podido conversar con su padre, quizás no hubo un cambio significativo en su personalidad, pero el hecho de escucharle y haberse sentido escuchado era un sentimiento que alegraba enormemente a su corazón.
Quizás no significaba mucho, pero que su padre siempre preparase el desayuno para los tres en la mañana antes de irse al trabajo le recordaba cada día que, aun bajo toda esa frialdad, existía una cariñosa persona que los amaba, algo que solo podía comparar con aquellas agradables palabras del día anterior, por ello, y con un enorme suspiro, se propuso que ese sería un gran día, tronando su espalda antes de dirigirse al sofá donde yacía durmiendo uno de sus mejores amigos, su primo Lucio.
Se detuvo frente a este, observando como el delgado muchacho yacía babeando sobre uno de los cojines que estaba usando de almohada, cuestionándose el por qué decidió quedarse a dormir, pero considerando que el día anterior le había ayudado bastante con el cumpleaños de su hermanito decidió que al menos debería tratarlo con gentileza, razón por la que se quito una de sus pantuflas y puso el pie en la cara su primo, quien reacciono a los pocos segundos de aquella tortura.
- ¡¿Qué carajos?!
- 8 segundos, en cierto modo te pareces bastante a Logan.
- ¡¿Me pusiste tu oloroso pie en mi cara?! – Tomándose el pecho – Carajo, creí que moriría por la peste.
- Si, a mi también me da gusto que estés aquí, ¿Quieres desayunar?
El irritado adolescente seguía intentando limpiarse el rostro con la frazada que le dieron para dormir, pues aun sentía el hedor del pie de su primo en su nariz, mirando con furia a su primo quien con cierta indiferencia levanto sus hombros y se dirigió a la cocina con el fin de prepararle algo con las sobras de la cena a su primo.
- Quiero huevos estrellados.
- Saliendo.
Lucio se acomodo bien en el sofá mientras pasaba a refregar sus ojos en vez de su rostro en general, observando sentado a su primo, si podía definir su relación con él era más la de un buen amigo que primo, pues desde pequeños habían convivido, incluso yendo a las mismas escuelas y, sorprendentemente, terminando siempre en el mismo salón de clases, razón por la que muchas veces terminan inclusive haciendo las tareas o estudiando para los exámenes juntos.
En ocasiones, incluso pensaba en el más como un hermano más que un primo o un amigo.
Aun así, sus apariencias distaban de ser similares, pues mientras Lemy tenía ese físico de matón, pese a que tenían alturas similares él era mucho más delgado, con una tonalidad de cabello más clara que este y libre de pecas y barba en su totalidad, algo que le afectaba ligeramente ya que varios de sus amigos ya tenían al menos indicios de ello y su primo era el ejemplo opuesto, siendo una de las cosas que envidiaba de este.
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Otra historia más
FanficEs simplemente otra historia más. Sucesos de alguien simple en un mundo lleno de maravillas y gente talentosa, buscando su lugar en el mundo. Sucesos que no siempre llevan a lo que uno desea... ni como uno lo desea.