Capitulo 23

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Luna miraba por la ventana de su habitación en el hotel, centrada en el despejado cielo que se alzaba ante ella sin mayor animo de pensar, solo contemplar aquella preciosa vista del azulado firmamento aderezado por las copas de los pocos arboles que se alcanzaban a ver desde la altura a la que se encontraba.

Para cualquiera que no la conociera, diría que estaba en una profunda meditación debido a su concentración, más la realidad era que su mente estaba casi vacía, enfrascada en recordar una sola frase.

"Aléjate de Lemy"

Recordaba la dificultad con la que su hermano le había escupido aquellas palabras, no se veía bien, posiblemente era otro colapso por estrés, desde que entro en la adolescencia comenzó a tenerlos debido a todo lo que hacía, era una de las pocas cosas que recordaba debido a los sustos que paso por verlo colapsarse en aquella olvidada casa y si seguía incluso más serio que en ese entonces, no tenía mucho de donde pensar.

Aun así, saco su móvil, viendo el mensaje que su "sobrino" le mando esa mañana, puesto que con el adulto inconsciente ya no opuso resistencia de ser llevado a emergencias y tuvo la suerte que el adolescente aceptase intercambiar números para notificarle de la evolución de su hermano, leyendo como este celebraba que su "padre" estaba bien y solo necesitaba descanso.

- Sin duda me odia tanto como Luan, je, política de trabajador, fue bonito engañarme así.

Iba a bloquear su móvil para guardarlo en su bolsillo nuevamente, pero en vez de eso termino seleccionando la imagen de Lemuel en aquella aplicación, una pose firme mientras señalaba una pila de basura donde una antigua televisión de antenas se alzaba mientras este reía.

¿Por qué estaría tan feliz de encontrar aquel arcaico pedazo de chatarra?

Esa era una pregunta que Luna se cuestionaba.

Lo busco en redes sociales, no le costo encontrarlo, observando diversas fotografías, algunas en la playa, algunas en otros basureros, algunas con amigos, algunas con el pequeño peliblanco, algunas con Lincoln, inmortalizando varios momentos de su vida mientras lo veía generalmente feliz, pasando de imagen en imagen hasta que encontró una fotografía mucho más simple, carente del usual animo con el que se exponía al mundo, pues en esta no aparecía el muchacho ni tenía una ingeniosa frase como resumen de lo ocurrido, sino que esta mostraba un lugar mucho más tétrico, tan opaco como podía ser una tumba con un hermoso ramo de flores con una simple y corta frase.

"Feliz día de la madre, te extraño mucho mamá"

Aquella imagen paralizo todo el pensamiento de Luna, mirándola detenidamente, releyendo las palabras una vez tras otra, siendo capaz de leer el nombre que salía en aquella tumba.

- Paige.

Estuvo casi 10 minutos observando la imagen en silencio, ni siquiera hizo caso cuando sonó el timbre de la habitación anunciando que alguien le buscaba, eso no podía importarle menos, siguiendo su revisión de las imágenes mientras le veía cada vez más rejuvenecido a medida que continuaba aquella exposición visual.

De ver al adolescente en algún momento comenzó a ver al niño, y con esto pudo notar otro cambio como lo era que el pequeño peliblanco comenzó a aparecer más, siempre pegado a este, mucho más pequeño que él pero siempre abrazado o aferrado a este, encontrando más ocasiones similares de aquel lugar en el cementerio, siempre la misma lápida y el mismo ramo de flores, algo que no terminaba de agradarle, pero que desde la segunda vez que vio una imagen así decidió pasar rápidamente, llegando a la última imagen que no pudo evitar sacarle una risa al ver al castaño de niño, probablemente de unos 8 u 9 años siendo mordido por un muy pequeño peliblanco, preparándose para leer lo que sería la primera entrada de lo que casi era aquel diario virtual.

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