Otra historia más

Capitulo 34

Para ser un hogar con cuatro personas encontraba que el lugar estaba asfixiantemente silencioso, incluso cuando Luan le había dicho a su hijos que no quería ser molestada, cuando había deliberadamente evitado establecer mucho contacto con su esposo o que había apagado su teléfono solo para asegurarse el estar sola aquel excesivo silencio le molestaba, era casi intoxicante, no era una paz que le diese la calma de meditar su situación sino que parecía el preludio antes de una gran tormenta que se avecinaba.

¿Pasaría algo con su esposo y su relación estaría ya en descenso a la rotura después de tanto? Las peleas habían ido en aumento después de todo, la situación con aquella indeseable había destapado cosas después de todo y prácticamente sus últimos diálogos habían sido solo disputas agresivas.

¿Lincoln habría hecho algo drástico después de lo que conversaron? Ya había abandonado todo una vez después de todo, quería creer que las últimas palabras habían sido sinceras pero sabía que era alguien que se tomaba muy personalmente las cosas hasta que reventaba, así había sido desde siempre.

Él había hecho algo horrible, la idea de que le hubiese dado asilo a ese niño sabiendo el trasfondo era algo que no podía evitar sentir como un puñal directo a su corazón, pero era cierto que no solo el mismo Lincoln parecía repudiar con todo su ser a esa indeseable, sino que el chico apenas si compartía el mismo color de cabello que Luna, solo eso, por más que intentaba forzar la imagen de aquella criatura que había sido engendrada para destruir su vida los cientos de buenos recuerdos que tenía con él y Lincoln se superponían al odio que trataba de verter en sus recuerdos.

Si aquella sombra de la traición no cayera sobre él y su visión siguiese siendo la de siempre pensaría que es un buen chico, esa siempre había sido su imagen de él, un chico respetuoso el cual tuvo que madurar muy rápido por su hermano menor, incluso en ocasiones podría sentir algo de lastima por cómo le había tratado el tiempo y el que conociese a "ese" Lincoln, no al chico que sabía había sido realmente su hermano, era toda una jugarreta cruel del destino que no lograba afianzar un pensamiento conciso y tenía su corazón polarizado, más en aquella tarde la cual le tenía aquella sensación de vacío en su estómago.

Mientras sujetaba su cabeza para revisar que no estuviese con síntomas de fiebre pudo ver a su hijo acercarse con una expresión preocupada, teléfono en mano.

Con solo el nombre de "tío Lincoln" en la pantalla del teléfono iluminando aquel opaco lugar.

- o -

Lori no dejaba de dar vueltas por la sala, la idea de que sus hijos hubiesen hecho aquel acto de escaparse en la noche le tenía especialmente furiosa y de no ser por la visita que tenía y la presencia de aquella infante sus insultos hubiesen abarrotado el interior del inmueble mientras escupía maldiciones por aquel acto tan irresponsable y estúpido que habían hecho sus hijos.

Lily se había gastado la voz gritándole devuelta con la discusión que habían tenido durante el día, Lucy había tenido la amabilidad de retirarse del lugar con su hija después de todo, probablemente para no exponer a la niña a esas situaciones, pero ahora que la veía alimentándola solo podía contener su propio deseo de seguir liberando su molestia, preguntándose en más de una ocasión que había hecho para tener hijos tan desobedientes e irresponsables, el cómo tener una hija tan joven se pudo convertir en una situación que le traía problemas tras problemas aun cuando la niña en cuestión ya ni siquiera debería seguir viviendo con ellos, era joven, era saludable, no tenía lastres consigo, debería tomar alguna determinación e independizarse si tanto le molesta su presencia en vez de hacer aquellos actos de rebeldía injustificada y lo peor es que influenciando a su hermano menor a cometer aquellos actos estúpidos.