Razón número seis.

1K 130 18
                                    

Desperté al día siguiente con Seishu durmiendo en mi pecho, yo estaba abrazándolo, al parecer no me había movido demasiado durante la noche, por lo que al despertar solo acaricié su espalda, mirándolo. Él tenía el ceño levemente fruncido, parecido a cómo se veía mientras leía, aquello me parecía adorable. 

No me moví más, para no despertarlo. Dejé mi mano es su espalda, y de repente escuché a Freya entrar a la habitación. La hurona se subió a la cama, y aquello hizo que Seishu se moviera un poco. La pequeña al parecer pretendía despertar a mi novio, por lo que la miré con cara de pocos amigos.

Freya me miró de vuelta, como si supiera que estaba haciendo algo mal, pero igualmente saltó sobre Inupi y éste se despertó abruptamente, jadeando del susto.

―Maldita sea, sabía que era una mala idea traerla. ―Bufé.

―Koko... ―Inupi sonrió, mirándome a los ojos. Mi enojo se desvaneció por completo con solo verlo de esa manera― Tenle paciencia, ¿sí?

Lo apegué un poco más a mí, sintiendo su cuerpo más cálido de lo normal, lo que hizo que me preocupara.

―Estás ardiendo, ¿te sientes bien, cariño?

Inupi me miró, como si hubiera dado en el clavo. Toqué su frente con la palma de mi mano. Efectivamente, tenía la temperatura alta a simple tacto, ahí fue cuando me di cuenta de que hayamos hecho el amor había sido errado, pues tal vez esto habría causado un cierto efecto negativo en la recuperación de mi chico.

―Inupi, Hoy también me quedaré a cuidarte, y no acepto un no como respuesta.

―Está bien ―suspiró y me miró, empezando a jugar con uno de mis blancos y largos mechones de cabello―, admito que disfrutaré muchísimo el hecho de que te quedes hoy conmigo.

―No te mal acostumbres demasiado. Aunque, con todo lo que tenemos ya podríamos vivir tranquilamente.

―Pero, este era nuestro sueño compartido, ¿no? 

Asentí con la cabeza, mirándolo jugar con mi cabello. Me encantaba que hiciera eso, quizá era una de las razones por las que me dejé crecer el cabello. La suavidad de su tacto era como el paraíso. Me quedé concentrado en aquello, miré sus labios y me acerqué. Él también se veía concentrado, pero no se percató de que me estaba acercando para besarlo.

―Koko- ―Mis labios rozaban los suyos, rió un poco al percatarse de ello, pues no notó cuando me había acercado a él, volvió a hablar― ¿Recuerdas cómo comenzamos nuestra relación?

―Claro que lo recuerdo.

Lo recordaba perfectamente, sí. Me había comportado como un idiota por esas épocas. Inui siempre estuvo conmigo pese a que me haya puesto del lado de Mikey. A decir verdad, sólo me iba por lo que me "convenía", no pensaba en que él estaba haciendo hasta lo imposible por mantenerme a salvo. 

Recuerdo que el día en que todo aquello terminó. Me di cuenta de que Inupi estaba más que defendiendo una buena amistad. Tuve una corazonada, y la verdad es que yo me sentía profundamente enamorado ya. Después de besarlo en esos tiempos, no dejaba de pensar en él. Sí, pensé en Akane en ese entonces, pero al darme cuenta de que había besado a Seishu, empecé a cambiar mi perspectiva. Y creo que a ambos nos marcó ese beso.

Recuerdo también que hasta Mikey notó que algo me pasaba, que no estaba del todo conforme con lo que estaba haciendo. Siempre fui fiel a los ideales de Mikey, pese a que no estuve de acuerdo cuando casi mató a golpes a Hanagaki. Recuerdo que ese mismo día, me excusé llevar a Hanagaki a un lugar seguro sólo para ver a Inupi. Sólo quería despedirme de él, de cierto modo, porque creía que no había marcha atrás, que podía morir por seguir los ideales de alguien más, siendo, quizá, utilizado.

No quería abandonar aquello, quería seguir con esas estupideces hasta al final, sin valorar la amistad y el naciente romance que tenía con Seishu.

No me gustaba pensar en aquel pasado, puesto que... realmente no había sido bonito. No sabía demasiado de los demás, puesto que estaba inmerso en mi vida amorosa con mi querido novio. Sólo sabía que algunos estaban casados, por ejemplo, Shiba Hakkai, hermano menor de Taiju, con quien habíamos estado en la pandilla Black Dragons, estaba casado ahora con Mitsuya Takashi, un chico de la TouMan. Rindou Haitani también estaba casado actualmente, y tenía un par de hijos ya. 

Habíamos logrado hacer nuestras vidas exitosamente, habíamos dejado atrás la mierda del pasado, y poco a poco evolucionamos y crecimos como personas.

Siendo totalmente sincero y no siendo guiado por mis emociones y el amor que siento por Inupi, creo que él fue muy valiente. Pese a todo, luchó por mí, incluso pese a mi negativa. Él simplemente estaba decidido a rescatarme, guiado por sus valores y su lealtad inquebrantable. Estaba, definitivamente, muy agradecido, y hoy en día debo confesar que soy extremadamente feliz con el hombre que más amo.

―Inupi. ―Él se estaba quedando dormido mientras yo había estado absorto en mis pensamientos, aún no soltaba mi cabello― ¿Vas a dormirte antes de que te de la razón de hoy? Seguro estarás dormido todo el día, no pareces sentirte bien hoy... Así que, simplemente lo diré.

―Adelante, dilo. Aún estoy lo suficientemente consciente como para recordarlo.

―Te amo por tu valentía, Inupi. Siempre estuviste ahí, firme y valiente para ayudarme a salir de... todo ese mundo. Fuiste perseverante, sólo querías mi bienestar. Nunca dejaré de agradecerte por eso. Salvaste mi vida y creaste una nueva a mi lado. Te amo.

―Sí que eres un cursi, Koko. ―Rió un poco, sonrojándose levemente por mi agradecimiento y la razón de hoy― Fue la mejor decisión que pude haber tomado.


------------

-Créditos por la imagen de cabecera a:

Periwinkledusk en Twitter.


N/A:

¡Primer capítulo de tres de hoy! Sí, este es un capítulo crossover con otro(s) fic(s). ¡Ups! ¿Acaso dije algo demás? Quién sabe.

Las 46 razones por las que te amo. | Kokonupi, TokRev.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora