Razón número cuarenta y uno.

297 37 1
                                    

Inui y yo habíamos planeado hacer algo ese día. Una cita, de nuevo. No habíamos logrado decidir a dónde iríamos, Inui quería un lugar y yo otro. Quedamos en que elegiríamos cuando ambos lleguemos a casa, pero a decir verdad estoy seguro de que ninguno de los dos quería ceder al respecto. Sí, somos un par de tercos, pero así nos queremos.

Era jueves, por lo que el tráfico estaba bastante congestionado y fue un poco estresante llegar a casa ese día, pues había un par de imprudentes que se atravesaban en el camino o que se saltaban los semáforos como si fueran inmortales.

Dejé el enojo y estrés de lado una vez llegué a casa, evitando dejar que gente externa arruinara mi momento con mi prometido. Definitivamente él con tan solo mirarme era capaz de aplacar y y neutralizar mis emociones. Es que ese era el don de Inupi, que podía transmitirte una serenidad y calma que solo a él lo caracterizaba.

Excepto cuando se enoja de verdad.

Abrí la puerta y para mi sorpresa Inupi ya estaba ahí, ¿cómo, si generalmente en el lado de la ciudad donde él trabaja hay más tráfico? Era una buena pregunta, ciertamente.

―Vaya, llegaste más temprano que yo. ¿Cómo lo hiciste? No me vayas a decir que fuiste un conductor temerario porque me he topado con unos siete de regreso.

Él me miró, sonrió y se acercó a mi, para depositar un pequeño beso en mis labios, a lo cuál correspondí.

―Cerré la tienda un poco antes, porque no quería que salgamos tan tarde. Quiero pasar el mayor tiempo posible contigo en esa cita. ―No esperaba esa sinceridad, a veces Inupi se me hacía tan predecible como impredecible. Mis mejillas comenzaron a arder en señal de que me había sonrojado. Hace tiempo no me pasaba, en mi defensa no me lo esperaba para nada.

―Bien... ―intenté desviar la mirada, Inui me tomó las mejillas para hacerme mirarlo.

―Estás sonrojado. Me encanta verte así.

―Es... sólo que me dio algo de calor.

―Claro, ajá.

―Me pillaste desprevenido, Seishu.

―Lo sé, esa era la intención.

Sonreí mirándolo, y le di otro pequeño beso en los labios, luego en la comisura de los mismos para después separarme y mirarlo.

―¿Dónde iremos, cariño? ―pregunté con un tono suave y ya más relajado.

―Iremos al restaurante que tú dijiste. Ya iremos al que digo yo para la próxima.

―Inui ―sonreí y le di varios pequeños besos― te amo porque siempre me complaces.

―También te amo. Ve a cambiarte, para que ya nos vayamos. ―Esbozó una pequeña sonrisa, muy característica de él.


◇◇◇


Llegamos al restaurante y nos sentamos en una mesa junto a la ventana. Había elegido un local un tanto caro. Me gustaba tomarme esos lujos, supongo que era mi forma de consentirlo pese a que a Inui realmente no le gustaban las cosas tan pretenciosas, pero había aprendido erróneamente que las cosas caras te hacían feliz, pese a lo mucho que odiaba todo aquello del dinero había interiorizado de tal manera el hecho de que el dinero podía comprarlo todo que me había terminado convenciendo de ello y de alguna manera me había terminado gustando.

Es muy complicado de explicar, porque no lo entiendo del todo. Siento que le debo mucho a Inui, y por ello trato de consentirlo con cosas que quizá él no quería, pero yo creía que sí, que esas cosas iban a saldar de cierta manera la deuda inexistente que tenía con él, solo porque me da el afecto que necesito... 

―¿En qué estás pensando tanto? ―me sacó de esa reflexión mi prometido, con una expresión de genuina preocupación.

―Oh, no es nada. Sólo... me di cuenta de que realmente no es que me guste este lugar.

―¿Ah, sí? A mí tampoco. El estándar de persona rica promedio me enferma. Nosotros no somos así.

―Sí, es verdad ―reí―. Creo que es momento de empezar a desapegarme del ideal del dinero y lo que pueda o no comprar. El dinero no es lo que me hace feliz.

―¿Qué es lo que te hace feliz, entonces? ―estoy seguro de que él sabía exactamente qué iba a responder. No está mal que quiera oírme decirlo, de cualquier modo.

―Tú. Tú eres quién me hace feliz.

―No es del todo cierto.

―¿No? ¿por qué lo dices? ―fruncí un poco el ceño, sin entender a qué quería llegar.

―Tu felicidad depende de ti mismo, de tu voluntad para serlo. Yo soy un factor por el que eres feliz, pero quién te acompaña siempre, quien está siempre para ti mismo, eres tú.

―Se nota que lees mucho, Seishu ―bromeé―. ¿Cómo podría responder ante tamaña sabiduría?

―Vamos. No digas esas cosas. ―Vi que un pequeño rubor se asomó por su rostro, pero decidí no decir nada al respecto.

En una breve pausa a nuestra charla, Inui vio detrás de mí. Volteé y me encontré con que ya traían la comida. Habíamos ordenado una ración grande para comer los dos, una ensalada de alga wakame y sésamo, con unos maki rolls y algo de sushi acompañada de verduras y pescado. La comida de ese restaurante era bastante buena, pero había mejores sin necesidad de ser tan costoso.

―Buen provecho ―nos dijo la mesera con una sonrisa cordial forzada. Sonaba bastante fría, si se me permite ser sincero.

Seishu tomó sus palitos y empezó a comer, a la par que yo hacía lo mismo.

―Y bien ―empezó a decir una vez que tragó el primer bocado― ¿quieres decirme por qué cambiaste de opinión de manera tan radical?

―Bueno, sinceramente... Estuve pensando algo que había pasado por alto ―llevé un poco de comida a mi boca, hice una pausa para masticar y luego tragar―. El asunto del dinero... Podría verse como un trauma que tengo, ¿sabes?

―Por supuesto, con todo lo que te esforzaste siempre por ese asunto.

Me quedé un momento pensando en qué decir a continuación, mientras masticaba.

―¿Sabes? Creo que deberíamos empezar a tomar las vacaciones que siempre nos saltamos. Tenemos una vida cómoda y luchamos constantemente para que se mantenga así pero, ¿cuándo la disfrutamos realmente?

―Tienes razón. Pienso lo mismo, y te voy a confesar algo. No tomo vacaciones simplemente porque tú no las tomas. Porque sin ti en casa estando de vacaciones es demasiado aburrido. Supongo que es una actitud un tanto dependiente.

―Un poco, tal vez... ―lo miré.



---------------------

Créditos:

https://www.pixiv.net/en/users/2093378


N/A:

¡Buenas, mis queridos! Publico especialmente para mis lectores mexicanos, que estarán celebrando esta noche el Grito de Independencia, si no estoy mal informada. Pásenlo bien con sus seres queridos, por aquí, en Chile, celebramos las festividades patrias también en estas fechas. 0: 

Este fanfic está muy cercano a su fin, estoy un poco nostálgicx y triste por ello.

Espero verlos el martes, en el próximo capítulo. <3 



Las 46 razones por las que te amo. | Kokonupi, TokRev.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora