Razón número veintiuno.

494 56 6
                                    

La sesión había empezado ya, nos habían pedido algunos datos generales, y, mientras la psicóloga anotaba algunas cosas en su libreta, yo casi podía oír mi corazón latiendo a mil por hora. Estaba demasiado nervioso, no podía contenerlo demasiado. Muy probablemente Inui y la psicóloga se habían percatado de ello, pues en mi lenguaje corporal se veía muy obvio. Me sentía demasiado rígido.

Dos veces por semana estaríamos tratando los problemas que surgieron en la relación, seguramente terminaría siendo machacado por mis propios errores, y probablemente no sería nada grato. O quizá simplemente nos ayudaría. La verdad era que no entendía qué hacían exactamente los psicólogos, si te regañaban o te guiaban, tal vez funciona porque es un poco de ambos, pero realmente no estoy demasiado enterado al respecto. Siempre simplemente enfrenté mis problemas simplemente sobreviviendo a ellos.

Inui y yo acordamos que si íbamos dos veces por semana, tendríamos resultados más eficaces para los problemas que estábamos teniendo en la relación.

La psicóloga dejó de escribir en su libreta y me miró directamente.

―Tranquilo, estamos aquí para arreglar el problema, ¿no? ―me ofreció una cálida sonrisa de consuelo. Tampoco era como si eso fuese a calmarme mágicamente, pero ella tenía razón. Preocuparme antes de tiempo no tenía sentido alguno.

―Sí, lo siento. ―No sabía por qué me estaba disculpando, no sabía si era por estar demasiado nervioso o por haber sido el causante de todo.

―Bueno, cuéntenme sobre ustedes. Ya me contaron cada uno al respecto a grandes rasgos, pero necesito que ahora uno describa al otro y me cuenten sus propias percepciones.

Inupi y yo nos miramos, como preguntando quién empezaría a hablar. 

Él sonrió y decidió hablar primero, sus ojos brillaban de una forma tan maravillosa, confirmé una vez más que seguía tan enamorado de mí, incluso más que antes.

―Koko es... maravilloso, sencillamente ―empezó él―. Él siempre está ahí para mí, incluso cuando no estoy apostando al caballo que ganará la competencia, si lo decimos de algún modo. Esa incondicionalidad es lo que mejor conozco de él. Siempre tiene esos detalles que fascinarían a cualquiera, a veces no puedo comprenderlo, pero no me preocupa. Lo amo como no podría amar a nadie más en este mundo, yo... ―su voz se quebró por un instante, pese a que notaba que quería parecer fuerte en todo momento para que yo no flaqueara― de verdad, no quiero perderlo.

Agaché la cabeza, avergonzado. Me sentía mal porque Inui estaba dando todo de sí para sostener lo que probablemente se estaba rompiendo. Él quería apoyarme a mí a toda costa, sin procurar por sus propios sentimientos. Inupi es la mejor persona que conozco.

―Yo... asumo la responsabilidad de lo que está pasando aquí ―él me miró, como si no entendiese de lo que estaba diciendo―. Mis actos tuvieron consecuencias, quiero arreglarlo a como de lugar. Amo a Inui como a nadie, tal como dijo él, es la única persona a la que podría amar realmente. Él es la persona más dulce, nadie podría compararse con su bondad. Yo tampoco quiero perderlo ―hablé con convicción y determinación, tomando la fuerza que me había faltado hasta ahora.

Vi cómo la psicóloga estaba anotando algo en su libreta. Quizá ya había detectado un par de problemas, y eso me daba algo de ansiedad, pero igualmente, sabía que tenía que confiar en nosotros, y en mí mismo.

―Bueno, aquí debo hacer una acotación para ustedes ―Dijo mientras terminaba de anotar, con una mirada suave, pues se veía como una persona amable y cálida desde el inicio, a decir verdad―. En una relación, ambos integrantes tienen responsabilidad en las decisiones que se toman, sea para bien o para mal. Indagaremos en lo que está pasando a lo largo de las sesiones, Kokonoi, por favor no llegue a conclusiones apresuradas. Los guiaré en este camino, se ve que se aman y que tendrán una resolución eficaz, no pierdan las esperanzas.


◊◊◊


La sesión continuó hablando sobre cómo nos conocimos, tuve que hablar de Akane, de cómo los confundía, de la batalla de la Kanto Manji contra la ToMan, de nuestros pasados como pandilleros... hasta incluso de mi ostentosa petición de matrimonio. Lo último fue el momento más calmado, la psicóloga se mantuvo siempre atenta, profesional y amable. No era para nada como creía que sería, creí que iban a juzgarme o crucificarme por las cosas que he hecho últimamente, pero no alcanzamos a hablar de los últimos acontecimientos porque tocamos muchos temas y la hora pasó volando.

Ella nos dio una "tarea", para todo el tiempo en que estemos en terapia. Nos dijo que pasemos tiempo juntos, como si recién nos estuviéramos volviendo novios. Como si las cosas se reiniciaran de alguna forma. Eso ayudaría a reformular nuestros lazos.

Ciertamente, será genial volver a tener citas con mi Seishu.

Inupi estaba en el salón, con Freya. Se veía más animado que los días anteriores, más aliviado, podría decir. Mientras él estaba sentado en el sofá, me acerqué por atrás y lo abracé por el cuello, besando su sien.

―¿Sabes, Inupi? Te amo porque jamás intentarías cambiarme. Gracias, por aceptar la terapia y por siempre dar lo mejor de ti.

Él tomó mis manos, de esta forma intentando corresponder a mi abrazo. Sentí que de algún modo este era el primer paso para una verdadera reconciliación y una evolución efectiva en lo nuestro, que estaríamos más unidos a partir de ahora y que, quizá no sería de una manera mágica o algo así, pero que logaríamos avanzar y crecer juntos, como siempre lo hemos hecho.



----------------

créditos por la imagen de cabecera a: 

-tokyojisan en Twitter.

N/A:

¡Buenas! Espero que todos estén muy bien el día de hoy. Pronto publicaré el siguiente capítulo, antes de que termine la semana seguramente, o si no, a principios de la semana que viene. Espero que hayan disfrutado de la primera terapia, no quise extenderla demasiado porque (por propia experiencia) las primeras sesiones son más de dar contexto.

¡Recuerden que creé un Team! Pueden unirse enviándome mensaje o comentando aquí que quieren entrar. Son todos bienvenidos. El team fue creado hoy mismo, así que de momento somos pocos.

Las 46 razones por las que te amo. | Kokonupi, TokRev.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora