Ese día desperté tras un sueño respecto a la última razón, pensando que todo lo bueno tenía que tener un final. ¿Era así, realmente? ¿o simplemente se cerraban ciertas etapas en nuestras vidas, dejando lugar para que lleguen otras iguales o mejores que las anteriores?
En el trabajo, me pasé pensando en una razón bonita y convincente para cerrar la etapa que habíamos estado viviendo durante alrededor de mes y medio, estuve algo desconcentrado por lo mismo.
Agatha notó esto. Ella había decretado que iría a trabajar tres días esta semana en lugar de dos por haber estado más ocupada en la sorpresa que en el trabajo.
Se sentó delante de mí, me miró unos segundos intentando adivinar qué me pasaba mientras que yo la miraba con cara de perrito mojado pidiendo auxilio.
―¿Es por Inui, verdad? ¿Se pelearon y sientes que es tu culpa o algo parecido? ―intentó adivinar ella, mirándome con cierta compasión.
―Claro que no, ahora si peleamos sabemos resolverlo. Es porque hoy es la razón número cuarenta y seis, y no sé qué decir exactamente. Quiero algo que pueda recordar.
―¿Algo que pueda recordar? ¿Por qué no haces que sea espontáneo? ―sugirió―, podría ser lo que más te guste de él, ¿no crees?
―Joder, genio. Todo en él me gusta.
―Ahí tienes tu respuesta ―Agatha tomó mi café y bebió un sorbo del mismo, yo la miré como si hubiese cometido el pecado más grave de todos―. ¿Qué? Oye, por cierto. ¿Por qué son cuarenta y seis?
―Eso es un secreto.
―¿No lo sabes y elegiste un número al azar?
―Claro que no, boba.
Ella rió y se dirigió a la puerta para tomar la manilla de la misma.
―Bien, señor misterioso. Te dejaré trabajar. Si me necesitas, sabes que estoy en la oficina de en frente ―me guiñó un ojo y salió del lugar.
Sentí que ella tenía razón, necesitaba decirle algo significativo, lo que más me gustaba de él. Joder, el cuarenta y seis se quedaba corto para todo lo que tenía que decirle, todo lo que me gusta de ese hombre podrían ser fácilmente unas mil razones. Inui es muy valioso para mí, es el mayor tesoro que tengo.
Tener una relación con la persona que amas es sencillamente una de los mejores lujos que te puedes dar, es compartir tu vida con otra persona, complementarte totalmente. Cuando encuentras a esa persona, lo de "media naranja" hace sentido, pues quieres, como dije antes, compartirlo todo con esa persona.
Quizá habrá malas rachas, quizá habrá problemas, sí. Pero solucionarlos juntos es hasta satisfactorio, saber complementarte, saber cuando ceder, crear una mejor versión de tu persona con ese "alguien"... No pensé que esto pasaría, ni siquiera cuando estaba perdidamente enamorado de Akane.
Amar de esa manera no es algo que tengas que buscar, supongo que tal como dicen algunos por ahí, es algo que llega por su cuenta. Yo no esperaba volver a amar, mucho menos al hermano de la persona que creí que iba a complementarme. Incluso, viendo hacia atrás a veces infiero que a quien quería en realidad era a Seishu todo el tiempo, pero no lo quería aceptar por lo mal visto que estaba la homosexualidad.
◇◇◇
Llegué del trabajo, estando realmente nervioso por primera vez en mucho tiempo. ¿El por qué? Pues es sencillamente porque soy algo perfeccionista. Sobre todo cuando se trataba de darle detalles a Inupi, quería que todo salga bien.

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Las 46 razones por las que te amo. | Kokonupi, TokRev.
Fanfic―Koko, ¿por qué me amas? La pregunta de Inupi resonó unos días en la cabeza de Kokonoi, puesto que solo supo contestar con un balbuceo. Ese día, Kokonoi empezó a escribir las 46 razones de por qué amaba a su querido y fiel compañero, cada día tenía...