¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
「 Nota de la autora: one shot triste pero con final feliz 」
[9:00 a.m.]
Aquella mañana los estudiantes de la clase 1A estaban preocupados, en especial el bakusquad, debido a que el pelirrojo y el cenizo no se dirigían la palabra, todos podían sentir como el ambiente era muy tenso.
— ¿Quién irá a preguntarles que pasó? —indagó la pelirosada.
— Yo ya fui, Bakugou no me dice nada, pero se lo nota decaído —el de quirk eléctrico murmuró lo último, al sentir la mirada del cenizo.
— No pasó nada, dejen de meterse en lo que no les incumbe —demandó con enojo, saliendo del salón.
Aquello era demasiado raro, Bakugou jamás se saltaba ninguna clase, siempre era muy responsable.
— Okey, algo pasó entre ellos —afirmó Sero.
— Miren a Kirishima —señaló Denki—, desde que llegó no ha parado de mirar hacia la ventana con una expresión apagada.
— Es verdad, debemos saber que pasó entre ellos y así podemos volver a juntarlos.
Hace semanas que habían empezado su noviazgo, claro, todo al comienzo fue color de rosas, pero siempre habían personas que querían hacer el mal.
[12:00 p.m.]
— Kirishima esto es serio, Bakugou no ha salido ni para comer —soltó con enojo la pelirosada—. Dinos, ¿qué pasó?
— ¡¿Por qué me preguntan a mí?!, ¡vayan donde él y pregúntele que hizo! —soltó con enojo, todos se encontraban en la sala común, a excepción del cenizo.
Aquella actitud sorprendió a todos, el pelirrojo siempre se mostraba sonriente pero desde esta mañana todo había cambiado.
— ¿Kacchan? —tocó tres veces la puerta de su amigo de la Infancia, nadie respondió—, dejaré esto aquí afuera por si quieres comer.
Bakugou se encontraba durmiendo, después de haber matado su cabeza pensando en lo que le dijo el pelirrojo en la mañana, se sintió muy cansado.
[6:00 a.m.]
El pelirrojo sentía como poco a poco el enojo invadía su cuerpo, ver aquella foto claro que le disgustó, se sentía traicionado, ahora sabía porqué Bakugou estaba muy distante esos últimos días, no conocía al chico de la foto, pero claramente la otra cabellera era la de Bakugou, se puso de pie rápidamente y tocó repetidamente la puerta del cenizo.
— ¿Por qué tocas de esa forma mí puerta pelos de mierda? —preguntó un enojado pero somnoliento Bakugou.
