¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No era novedad ver al pelirrojo junto con él chico explosivo, al fin y al cabo eran pareja desde hace un año, pero claro, no para todos aquello era agradable.
— No entiendo aún el porqué ellos dos están juntos —murmuró el pecoso—, yo conozco a Kacchan desde que eramos niños.
— Es verdad —aseguró el albino-, yo creí que aquella tarde Bakugou diría que estaba enamorado de alguno de los dos.
— Oigan, ¿qué hacen hablando de la vida de los demás? —demandó la pelirosa, y pues para ella no era novedad ver a esos dos replicar sobre la relación de Bakugou y Kirishima—, ellos dos se aman y punto, no pueden hacer nada para separarlos.
Aquella palabra dio inicio a un plan que más tarde lo pondrían en marcha el albino junto con el pecoso, y claro que ellos estaban celosos de su relación, querían a Bakugou, y sentían que Kirishima no merecía el amor del cenizo, aquel amor tan puro debía ser solo para ellos.
— Hey Blasty —llamó la atención del cenizo, aquella tarde ambos se encontraban en la habitación del pelirrojo—, te noto distraído.
— No es nada —mintió, y es que Bakugou aún no podía creer lo que había visto horas antes—, debo irme.
Kirishima sabía que algo andaba mal, Bakugou estaba distraído en clases y había estado distante desde que entró a su habitación.
— Pero, aún no hemos visto la película que querías —replicó el pelirrojo.
— No tengo ganas de verla —cruzó la puerta y sin que el pelirrojo pudiese detenerlo la cerró, entrando en su habitación se tumbó en su cama y comenzó a soltar aquellas lágrimas que había retenido toda la mañana.
Kirishima había intentado hablar con Bakugou la mañana siguiente, pero este simplemente lo ignoraba o pasaba tiempo con el pecoso y el bicolor, aquello sin duda alguna lo molestaba porque sabía que ellos dos estaban ínteresados en su chico.
— Si sigues mirándolos así Bakugou te regañará —advirtió el pelinegro.
— Bakugou ni si quiera me dirige la palabra —se quejó cruzado de brazos—, desde la mañana que me evita.
— ¿Qué hiciste? —preguntó la pelirosa con cierto enojo.
— ¡Yo no hice nada! —exclamó defendiéndose—, o al menos nada que no recuerde.
— Hablaré con Bakugou —comentó la pelirosa con optimismo—, estoy segura de que a mí sí me contará lo que pasó —lanzó una mirada de advertencia al pelirrojo antes de continuar—, o lo que hiciste.
Kirishima suspiró, él estaba consciente de que no había echo nada para enojar al cenizo, mucho menos para perder su confianza, simplemente no entendía la actitud del chico.
Mina había esperado a que el chico explosivo estuviese solo para acercarse a preguntar.
