━━━ ꕤ 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓「 𝗸𝗶𝗿𝗶𝗯𝗮𝗸𝘂 」

ꗃ. 𓈈 you don't need me?

Últimamente los entrenamientos en la U.A eran más exigentes de lo normal, pero eso no causaba ningún cambio en el cenizo, ya que siempre contaba con su compañero cuyo quirk era complementario con el suyo.

— El entrenamiento será en parejas, elijan a su compañero y comiencen —comunicó su sensei.

El cenizo buscó con la mirada al pelirrojo y lo encontró hablando animadamente con el chico de quirk eléctrico.

— Kirishima, vamos...

— ¡Kaminari, haz equipo conmigo! —interrumpió el pelirrojo tomando la mano del otro rubio, el cenizo lo miró confundido.

— Oye yo...

— Lo siento Bakugou, ya se lo había pedido antes a Kaminari —explicó el pelirrojo.

El cenizo no contestó y se alejó de ambos chicos con un sabor amargo en la boca, buscó a alguien que no tuviese compañero y no le quedó de otra que hacer equipo con Todoroki.

Así el entrenamiento comenzó, el cenizo y el bicolor intercambiaban pocas palabras durante la pelea, no había ninguno insulto de por medio y aquello le extrañó al bicolor.

— Eso es todo por hoy, vayan a repasar para el examen de mañana.

Todos los estudiantes asintieron y cada uno se dirigió a su habitación.

— Bakugou, ¿te encuentras bien? —preguntó Todoroki mostrándose neutral.

— ¿Qué clase de pregunta es esa bastardo?, claro que estoy bien —contestó con enojo mientras caminaba por los pasillos seguido del bicolor.

— ¿Es por Kirishima? —el cenizo detuvo su andar—, escuché la conversación de esta mañana...

— No me interesa ese idiota —soltó sin dirigirle la mirada al bicolor.

— Bueno, si no te molesta, ¿me acompañas a una exhibición de héroes?

— ¿Ah?, ¿y porqué haría eso? —interrogó desafiante.

— Es por Midoriya, quiero tomar algunas fotos y él no se encuentra bien de salud, además no tienes nada mejor que hacer.

El cenizo suspiró, tenía razón, si se quedaba en su habitación lo más probable era que sobrepensara un millón de cosas en relación al pelirrojo.

— Bien, bajaré en 5 minutos —sin más que decir ambos se retiraron a sus habitaciones para alistarse.

Finalmente ambos chicos habían llegado a la exhibición de héroes, y aunque Bakugou no dijo nada durante todo el camino, se la había pasado muy bien, claro que no lo admitiría en voz alta.

— Ten —el bicolor le entregó una bolsa—, vi un puesto de comida y compré un poco para ti, gracias por acompañarme.

El cenizo asintió como agradecimiento y se adentró a su habitación.