Pov Nikolás:
Han pasado cerca de dos días desde la cena de Leah en mi casa y aún me cuesta creer hasta dónde pudo llegar para que yo le confesara que la estaba evitando, me encantó que lo hiciera. Sonrío porque a veces esa chica te vuelve loco, bueno me vuelve loco.
¿En qué punto estamos ahora?
No lo sé, lo único que sé es que cada vez que tengo la oportunidad se me llena el cuerpo con unas irremediables ganas de besarla, cómo me encantaría volver a hacerlo. Ella dijo que los amigos pueden besarse y aunque creo que eso no lo piensa mucha gente, no voy a decirte que me disgusta la idea.
Porque vamos, me fascina esa idea y que ella la haya propuesto fue increíble. Desde hace tiempo he notado que Leah ya no es una niña. Lo supe desde que tenía como 12 años, cuando empecé a verla como una chica. Estaba cambiando, su cuerpo estaba diferente, estaba creciendo, su voz se volvía más sensual y yo estaba presente en todos esos cambios.
Yo también estaba cambiando, mi cuerpo empezaba a tener necesidades y me traicionaba cuando la veía, mi voz se volvió más ronca, el deporte hizo que mis músculos se tonificaran, me empezó a crecer vello en varias partes del cuerpo y llegué a tener que afeitarme para controlarlos. Eso sumado a las muy revolucionadas hormonas casi me vuelve loco, pero por suerte pude controlarme.
<<La mayoría de las veces>>
<<¿Qué quieres decir?>>
<<Hablo de la razón por la que tienes papel higiénico en la gaveta de la mesita de noche>>
<<Vale, puede que no siempre me pudiera controlar, en ocasiones tenía que sacar la tensión de otra forma>>
Claro que ella mientras crecía también notó esos cambios. Fue algo vergonzoso cuando en la mañana luego de que se quedara a dormir en mi casa tuviera una erección, pero ya lo vemos como algo normal. Tampoco íbamos a dejar de pasar las noches de pelis por eso. Y no iba a permitir que por culpa de mi cuerpo se acabaran las noches en las que dormíamos abrazados.
Con el pasar del tiempo el cariño infantil que sentía por Leah cambió y se convirtió en algo más. Joder, la primera vez que tuve un sueño húmedo con ella me asusté sobremanera. Me culpaba a mí mismo por pensar así, o sea se supone que era como la hermana que nunca tuve, no podía pensar así de ella. Pero al parecer mi mente y mi cuerpo no cooperaban.
<<¿Qué puedo decir? En las noches es cuando puedo reproducir todas esas escenas con las que fantaseamos con ella>>
¿Quieres que te mienta diciendo que no me toqué mientras pensaba en mi mejor amiga?
No lo haré.
Porque lo hice.Luego comprendí que ya no veía a Leah solo como mi mejor amiga. La deseaba, la deseaba tanto que dejé de contar las veces que me dejó con las bolas azules solo pensar en ella. También ese amor de niños que juraba tener se fortaleció y llegó a nuevas escalas que nuevamente me hicieron sentir miedo. A pesar de todo ella es mi amiga y no quiero cargarme toda una vida de relación por mis sentimientos.
Sé que ella se siente igual. Que ella siente lo mismo que yo, porque la manera en la que me mira, como brillan sus ojos, es justo la manera en la que la miro yo a ella. Yo lo sé y ella lo sabe. Pero no haremos nada para joderlo.
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Te amo, "mejor amigo"
Teen FictionPermíteme la indiscreción querido lector al hacerte la siguiente pregunta: ¿Alguna vez te has enamorado? Si tu respuesta es sí, ¿cómo supiste que lo estabas? ¿Cómo sabías que aquello era amor y no otro sentimiento que confundía tu mente? Si tu respu...