Te amo, "mejor amigo"

Capítulo 25| Ángel

Pov Yeny:

-Bueno chicas, esto es lo que deben hacer si necesitan un maquillaje sexi, pero sutil al mismo tiempo -termino de hablar y presiono el botón de mi celular para terminar el vídeo.

Comienzo a acomodar todos los maquillajes que tengo regados encima de la mesa, tratando de que los rayos de luz no me dejen ciega. Ciertamente el sol está muy brillante hoy, y desde el balcón de mi apartamento el amanecer se ve fantástico. Definitivamente fue una buena idea comprar este lugar.

Acabo de grabar otro de mis vídeos sobre tutoriales de maquillaje para mi blog de todos los domingos, aprovechando la adquisición de mis nuevos productos Maybelline y Kyle Jenner. Me echo a reír cuando recuerdo los sucesos de ayer en el centro comercial, todas somos unas tremendas locas. Luego tendré que hablar con los dueños de la tienda para pagarles todo, soy cliente habitual, no quiero tener problemas con ellos.

Luego de que huyéramos y tomáramos caminos distintos llamé a las chicas para asegurarme de que estuvieran bien y todo salió perfecto. La única que tuvo un encontronazo con la estación de policía fue Amaya, pero no por el asunto con la tienda.

Sucede que a su hermano lo encontraron bebiendo y conduciendo a gran velocidad la noche anterior. La poli no quería dejarlo ir hasta que viniera un representante. Amaya pagó la fianza y sacó a su hermano del problema en el que se metió. Ahora Abel no podrá chantajear más a Amaya ya que aparte de que le debe una, si se llegasen a enterar sus padres, le quitan el auto. No van a creerme, pero Amaya está grandiosamente feliz de la desgracia de su hermano.

Termino de recoger los maquillajes y los acomodo en mis gavetas debajo del tocador. Voy a la cocina a prepararme un café fuerte que me termine de levantar, junto con alguna tostada.

¡Coño, qué hambre!

Mi celular suena con una llamada entrante de David y le contesto. Sujeto el celular con la cabeza y el hombro para terminar de echar el café en la cafetera.

-¿Si?

-Yeny te necesito urgente -escucho por el auricular la voz desesperada del chico.

-¿Qué te ocurre? -pregunto.

-No puedo de hablar de esto por teléfono, pero es necesario que vengas.

-Mira, no iré a ningún sitio sin saber lo que me voy a encontrar -aclaro.

-Te voy a enviar una dirección, te vamos a esperar -contesta David.

-¿¡David!? -pregunto- ¿Hola?

Lo único que suena por las bocinas es nada, completo silencio. Me ha colgado son decirme al final por qué me necesitaba tanto.

***

Al minuto, mientras me tomaba el café, suena mi celular con el mensaje de una dirección desconocida. Me quedo unos minutos pensando si debo ir o no, indecisa de lo que me puedo encontrar, pero al final accedo.

Tomo un taxi y le pido que me lleve a la dirección que tengo en mi teléfono.

-Tu verás que si David me mete en un lío, jamás va a volver a contar conmigo para algo... Es que ese chiquito es... ¡Ay!

El taxi para de forma repentina al chocar con algo y me impulso hacia el asiento del conductor dándome un gran golpe en la cara. Gran parte de la base que me había echado esta mañana queda pegada en la parte trasera del asiento y bufo con frustración.

-¿Por qué se detiene de esa manera? -le grito al conductor.

-Mejor pregúntele a esos dos qué hacen peleando en medio de la carretera. -El conductor responde y me señala a un lugar al frente.