Capítulo 26| La enfermería

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Pov Leah:

Otra semana comienza y siento como si los últimos días fueran tan disparejos que no logro entender completamente el rumbo que ha tomado mi vida.

He pensado seriamente sobre lo sucedido en cuanto a Nikolás y me da un poco -bastante- cringe recordar todo el espectáculo armado en medio de esa pista de carreras. Aunque sé que si la vida me diera la oportunidad de volver el tiempo atrás y cambiar las cosas, hubiera hecho lo mismo que hice en aquél entonces.

He investigado un poco, porque digamos que podía estar muy molesta con Nikolás -aún lo estoy- pero no iba a quedarme con las dudas, es algo que no he podido evitar nunca.

Raikol al parecer es quien organiza estas "carreras" y esto ha sucedido desde hace mucho tiempo. Yo había escuchado algo en cuanto a eso pero como dicen por ahí: "Uno no le toma mucha importancia a las cosas que no considera importantes."

En ese momento que existieran las carreras no me importaba porque no sabía que mi mejor amigo estaba metido en esas cosas. Ni siquiera entiendo del todo por qué me afecta tanto lo sucedido aquel día.

<< Sueno patética>>

Entro al salón de clases y observo como el mundo no parece percatarse de la catástrofe interna que llevo. Me siento en mi silla esperando que sea la hora correcta para que entre el profesor y empiece a dar la clase.

Justo en el momento en el que entra el profesor entra Nikolás detrás de él y le dice algo como de que "no ha llegado tarde" y segundos después suena la campana. El profesor suspira resignado y lo manda a sentarse para poder comenzar a pasar la lista.

Nikolás me mira y hace una seña de que va a sentarse a mi lado. Actúa como si no supiera las consecuencias de sus actos, como si no estuviera consciente del hecho de que si se sienta conmigo puede ocasionar otra pelea si no tiene cuidado.
Pues ni va a suceder porque lo voy a ignorar.

<<Inténtalo si puedes>>

No le digo nada y él ve esto como luz verde para hacer lo que quiere.

-¿Cómo estás?

Al hacer esa pregunta mi cuerpo entero quiso contestarle que mal, que yo no estaba bien. Que deseaba poder terminar con todo aquello de una vez por todas. Pero rápidamente reprimí ese sentimiento de debilidad que me acechaba cuando estaba con él. Debilidad porque siempre fui transparente para sus ojos, siempre supo leerme y ahora no quería que supiera nada de lo que él causaba.

Mi orgullo iba primero y posiblemente era el mayor de mis tantos defectos.

Asentí con mi cabeza en forma de respuesta.

<<Terca>>

-Intenté ir a tu casa a verte pero tu padre no me dejo entrar, realmente quería verte estaba muy preocupado.

Lo sé, sé que te sientes culpable y una parte dentro de mí se siente miserable por causarte ese sentimiento. Al final yo misma me estoy haciendo daño.

-Presente -digo en cuanto mencionan mi nombre.

Mi voz sale un poco gangosa, pero no se puede esperar más de una garganta que estuvo forzada a llorar días atrás. De hecho en comparación con la que tenía ayer, hoy estoy bastante mejor.

-Leah, si solo me dieras la oportunidad de explicártelo bien...

-Nikolás no lo creo, no creo que debamos hablar en este momento -susurro para que el profesor no se de cuenta de que no atendemos a la clase.

-¿Por qué?

-¿No entiendes que lo hago para salvar nuestra amistad o lo que sea que tengamos?-murmuro mirando mis apuntes- Sabes cómo soy, sabes muy bien que no te voy a escuchar y que pensaré que me traicionaste y un montón de cosas que no son ciertas.

Te amo, &quot;mejor amigo&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora