Capítulo 4| Hagamos las paces

140 50 53
                                    

Pov Leah:

No sé que demonios le dijo David a Mónica para que fuera con él, pero funcionó. El muy descarado la tiene en la palma de su mano. Deben haber buenos ratos para que ella estuviera así por él. Es indudable el poder que ese chico tiene sobre ella.

También puede ser que en el fondo ella lo ame. Porque cuando una persona es adicta a algo hace lo que sea para tener más de eso. Pero eso no significa que si ama a alguien deje de amarlo de un día para otro. Sí, se equivocó, pero la vida le está mandando una segunda oportunidad con ese chico. Estoy segura que si ella se lo permitiese él haría lo que fuera para traer a la antigua Mónica. Una que para ser sincera, me caía bien.

Aunque después de haber escuchado parte de la verdad desde los propios labios de David veo diferente a esa chica.

Es cierto que no me gusta, pero no por eso voy a odiarla con toda mi alma.

Desgraciadamente las personas somos así sin darnos cuenta. Tenemos prejuicios en contra de los demás, juzgamos cuando hay alguien diferente a tí, alguien que piensa o actúa en contra de tus creencias; aunque estas estén equivocadas. Sentenciamos sin saber por lo que pasó esa persona, sin saber su historia.

Esto no convierte a Mónica en una santa, ni la eleva al punto de hacerle un altar. No, ella no es la mejor del mundo. Pero no es la peor.

Lo que es hoy es producto de sus malas decisiones. Espero que se dé cuenta que los errores del pasado aunque puedan marcar tu futuro, no tienen porqué definirlo.

Veo a Niko en una mesa y me acerco a hablarle. Es mi oportunidad, tengo que decirle que esa chica no es buena en su vida, en "nuestra vida".

Sí, a pesar de mí momento de profunda reflexión; sigo siendo una joven con miedo de perder a su mejor amigo. No me juzguen.

<<Nadie lo hace cariño>>

-Niko -le digo en voz baja y temblorosa, realmente no quiero que esté enfadado conmigo. No puedo evitar comprar este acercamiento como si yo fuera un domador de leones y él una bestia furiosa.

-Leah -dice sin mirarme a los ojos.

-Mírame, por favor. No soporto que estemos así. Has estado frío conmigo desde que me viste llegar al baile.

<<Eres una perra hipócrita>>

<<Lo sé>>

<<Que bueno que lo admites>>

-¿Cómo quieres que esté entonces? Viniste con el imbécil de David a la fiesta sabiendo que no me gustaría para nada. Además me dices que lo conocías desde antes. Dime, ¿te habla por las noches antes de irse a dormir, salen juntos al cine, lo acompañas a él también a los partidos?

<<Okay, está muy enfadado>>

<<Definitivamente lo hemos cabreado, y mucho>>

<<Un segundo...>>

<<¿Qué?>>

<<¿Le llamó imbécil?>>

<<Umm, creo que sí>>

<<Bueno, él tiene sus cosas pero no al punto de ser imbécil>>

-Oye no hables así de él. La verdad es que por fuera parece ser una persona algo presumida y engreída, pero cuando miras de cerca te das cuenta de que es una gran persona. Igual pasa con sus amigos, no debes juzgar un libro por su portada y menos si no te has atrevido siquiera a leer un capítulo.

Te amo, &quot;mejor amigo&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora